El 4 y 5 de febrero Ciudadanos se enfrenta a su primer congreso como cuarta fuerza nacional en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, desde la ejecutiva desde Albert Rivera se trabaja en una nueva estrategia para “relanzar” al líder una vez sea ratificado su liderazgo. La estrategia de Rivera será la de volver a “pisar la calle” y dejar de lado su imagen “institucional”. Otro de los objetivos del partido será lanzar a otros líderes del partido el espectro mediático y ampliar las voces del partido, hasta ahora monopolizado de cara a la opinión pública en Albert Rivera.
Ciudadanos está sacando poco rédito político a su apoyo al partido popular en la investidura de Mariano Rajoy. Según la última encuesta electoral de Sigma Dos para El Mundo, los populares prácticamente triplican en porcentaje a los naranjas y esto hace que el PP se fije en la segunda fuerza política en el Congreso para los grandes pactos. Así, a los de Rivera no han podido seguir con su estrategia de acaparar el foco mediático como “socio de gobierno”, dejando este espacio para el PSOE. Aun así, el partido de Rivera parece haberse asentado como cuarta fuerza política. Según el mismo barómetro de Sigma Dos, la formación naranja liderada por Albert Rivera, pierde sólo medio puto respecto al 26-J. Ahora consigue una intención de voto del 12,6%. Este parece el techo de Ciudadanos por ello desde la ejecutiva se prepara un giro de estrategia que consiga relanzar al partido y pueda aprovechar, entre otros, la crisis interna del PSOE.
El primer escollo de la ejecutiva de Ciudadanos será conseguir superar el Congreso del partido los próximos 4 y 5 de febrero donde, si no hay sorpresas de última hora, Albert Rivera saldrá elegido como líder de la formación. A partir de entones comenzaría a desarrollarse la nueva estrategia de los de Rivera para conseguir volver al centro de la vida política. Este congreso servirá para legitimizar a Rivera, ya que será, según la dirección de Ciudadanos, el congreso “más democrático” porque permitirá que todos los militantes de la formación naranja “decidan”.
A partir de ese momento, un trámite el del Congreso que no es baladí, comenzará la nueva era de Albert Rivera, que sin dejar de lado su trabajo como “hombre de Estado”, bajará a la calle para cercarse al pueblo y alejarse la imagen del “líder de las empresas del IBEX 35”. Otro de los objetivos del equipo de comunicación y estrategia de Ciudadanos es que Rivera vuelva al centro del foco mediático. Desde hace semanas Rivera está escondido y sus apariciones públicas se cuentan con los dedos de una mano. Rivera tiene que volver a ser protagonista de la actualidad y marcar la agenda mediática, reclaman desde Ciudadanos.
Pero en este relanzamiento de la imagen de Albert Rivera habrá matizaciones en comparación con épocas pasadas. Ciudadanos tiene que corregir un problema que acusan sus más allegados colaboradores y es el excesivo ‘hiperliderazgo’ de Rivera, que deberá ser compartido con otras caras que ayuden a conformar la imagen de partido. Así, el nombre de Inés Arrimadas será clave y será, según fuentes la organización, la nueva portavoz nacional de la ejecutiva del partido. Arrimadas es una de las caras que mejor sabe comunicar los objetivos del partido. Junto a ella se pretende utilizar otras caras mediáticas como la de Begoña Villacís, portavoz del grupo en el Ayuntamiento de Madrid, Toni Cantó, diputado en el Congreso o Ignacio Aguado, portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid. Asimismo, se intentará contrarrestar la sobrerrepresentación catalana en la ejecutiva con una ampliación de miembros que permita la incorporación de otras regiones.
Otro de los problemas a los que se enfrenta Ciudadanos, acusado durante las elecciones autonómicas y nacionales, ha sido la falta de una estructura autonómica y con formaciones sin líderes fuertes. Ahí es donde también deberá trabajar ciudadanos para conseguir entrar en parlamentos como el vasco, gallego, navarro o canario.
Rivera, sin dejar de perder el perfil institucional, pisará la calle, delegará en su equipo para las cuestionas más representativas del partido e intentará recuperar la confianza de las bases y la gente. Donde no parece que habrá cambios, Rivera seguirá contando con su equipo de comunicación, con Fernando de Páramo como máximo representante del área de comunicación.
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