Creíamos que era un capítulo cerrado y, con ello, que se habían acabado las sorpresas. Sin embargo, parece que no es así. Y es que, en estos momentos, la compra Yahoo por parte de Verizon, acordada en 4.800 millones de dólares y efectiva, en principio, en este periodo inicial de 2017, se encuentra aplazada hasta el segundo trimestre del año.
¿Los culpables? Los resultados, en positivo, que Yahoo obtuvo en el último periodo del pasado año y que superan, con creces, lo esperado por los expertos. Si los comparamos con el mismo periodo del 2015, los 4.430 millones de dólares de pérdidas se han convertido en 162 millones de ganancias. Un hecho que, por ende, ha originado que sus títulos no reduzcan su valor en 4,70 dólares sino que crezcan 17 centavos. Es más, los 1.270 millones de dólares ingresos de 2015 han sumado 200 más, para quedarse en los 1.470 millones.
Unas cifras que palían el malestar que sigue generando la vulnerabilidad sufrida en su plataforma y de la que Yahoo aún sigue buscando respuestas. Un hecho que, por otro parte, parecía no ser ya un escollo entre las partes afectadas por la transacción. Nada más lejos de la realidad si atendemos a lo publicado por el New York Times, que alega que Verizon sigue indagando y con dudas al respecto. Le vendrá bien este periodo de reflexión para pensárselo bien. También le afecta, a Yahoo, el hecho de estar siendo investigada por la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU la cual alega que tardó, tras conocer las vulneraciones (y su efecto a corto y medio plazo) en informar a sus inversionistas.
La tecnológica, de momento, pone su cara más amable en la voz de su, todavía presidenta, Marissa Meyer, la cual afirma que el retraso no significa que haya problemas. De hecho, para ella “las oportunidades que vienen con Verizon son brillantes”. Además, alega que su compromiso, y el de la tecnológica, con los usuarios es inamovible” y que siguen sintiéndose “alentados por su lealtad y el uso de nuestros productos”. El tiempo dirá cuanta verdad hay en sus palabras.
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