El próximo domingo 5 de febrero los lectores de Marca notarán cambios cuando acudan al quiosco. El motivo es que el diario deportivo de Unidad Editorial estrenará ese día una renovación de su imagen que intentará atraer a un público cada vez menos numeroso y a unas ventas y una difusión en constante retroceso. Según ha explicado el propio diario en una nota a renovación se centrará en tres aspectos: más contenido, más orden y más agilidad de lectura.
Un rebranding de Marca que incluye un nuevo columnaje que permitirá introducir más contenido en las páginas. También habrá un cambio de tipografía, subtítulos más amplios y tramas especiales que destaquen por encima del resto de texto. El objetivo es lograr una mayor agilidad de lectura que estará apoyada por el aumento de los recursos gráficos y uso de infografías. En resumen, el renovado Marca impreso busca un mayor impacto visual que anime al público a su consumo.
La renovación de la edición en papel del diario deportivo de Unidad Editorial se produce un tiempo después del cambio que sufrió su edición digital y será la primera con Juan Ignacio Gallardo como director de Marca. El periodista cumplirá en marzo su primer año al frente del periódico.
Un costoso rebranding que busca animar las ventas
Justo la pasada semana conocíamos los datos de la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD) de ‘Marca’ durante 2016 y las noticias no eran positivas. Si bien es verdad que Marca se mantiene como el diario deportivo líder en España, la cabecera se dejaba en el acumulado pasado año un 8,3% de sus ventas hasta quedarse con 123.175 ejemplares frente a los 134.290 que promediaba durante 2015. En cuanto a difusión el descenso fue algo menor y se cifró en el 6,9% con una media de 139.097 unidades.
Es por ello que el rebranding que estrenará el diario el primer domingo de febrero intentará frenar estas caídas que han sido constantes desde el inicio de la crisis. La renovación de la edición en papel de Marca también ha sorprendido a algunos, porque se trata de proyectos y decisiones que suponen elevadas inversiones de tiempo y dinero. En unos momentos donde se está poniendo el foco en los ingresos por publicidad online la apuesta por una renovación de la edición impresa resulta como mínimo arriesgada.
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