La aparición de Rafa Nadal con el pelo rapado hizo que se dispararan los rumores sobre la posibilidad de que el tenistas se estuviera sometiendo a un tratamiento de injerto capilar para volver a lucir la tupida cabellera que siempre le ha caracterizado. Y así fue confirmado posteriormente. Pero Rafa Nadal no ha sido el único famoso con problemas de alopecia androgénica que ha decidido pasar por quirófano. Antes que él, ya recurrieron al microinjerto para mejorar su imagen el portero Iker Casillas, el entrenador del Atlético de Madrid Diego Simeone, el político José Bono o el periodista Hilario Pino.
Precisamente los casos de Rafa Nadal y de Iker Casillas son los que utilizan los comerciales de los centros y clínicas de tratamientos capilares Svenson como reclamo para captar clientes para que se sometan a esta técnica. Pero su estrategia de marketing para recuperarse de las serias pérdidas económicas que registra actualmente, cifradas por el diario Economía Digital en más de dos millones de euros en el último ejercicio fiscal, no acaba ahí. Según han denunciado múltiples usuarios en Twitter y en varios foros, los comerciales de Svenson se han colocado la bata y el fonendo y se han lanzado a diagnosticar casos de alopecia androgénica a diestro y siniestro.
Diagnóstico de calvicie incluso en las cabelleras más abundantes
El autor del artículo Economía Digital denuncia el “dudoso” diagnóstico que él mismo ha recibido: “Acudo a una clínica de la empresa en Madrid. A pesar de la abultada cabellera que levanta quejas entre todos mis peluqueros, en Svenson también recibo el diagnóstico más común: alopecia androgénica, es decir, calvicie común”. Según el periodista, cuando solicita la opinión de un dermatólogo o de un tricólogo, la comercial lo impide asegurándole que “el equipo que diagnostica está integrado mayoritariamente por bioquímicos, tricólogos y especialistas capilares”. Y añade: “los dermatólogos estudian la piel; quienes estudian el pelo somos los bioquímicos y los tricólogos, que conocemos mucho mejor estos procesos”.
La comercial recomienda entonces un tratamiento de bioestimulación capilar, terapia laser y la cirugía del microinjerto, “como se hicieron Iker Casillas y Rafa Nadal”. “La representante de ventas asegura que el láser reconstruye los capilares sanguíneos, pero el propio folleto de la empresa ofrece una explicación diferente. Según el impreso, son los “nanosomas” los que liberan principios activos que terminan beneficiando al folículo. El precio total es de 6.915 euros, pero ofrece la contratación el mismo día, con lo cual la factura se reduce dramáticamente hasta los 2.879 euros. Un ofertón solo válido si se firma el mismo día”, recoge Economía Digital.
La indignación de dermatólogos ante los “cuentos chinos” de Svenson
Los especialistas en Dermatología que se han hecho eco de la noticia, se han quedado estupefactos ante lo que han asegurado que es un “tremendo fraude”. Y se han apresurado a advertir que, pese a que en las Clínicas Svenson traten de negarlo, por ley, el especialista médico que valora y evalúa los problemas capilares y de alopecia es el dermatólogo, un profesional que tiene tras de sí incluso diez años de formación para afrontar problemas de la piel o del cabello. Así, el dermatólogo es el especialista experto en alopecia o calvicie.
Y el tricólogo es un dermatólogo especializado en temas de cuero cabelludo y alopecia. No obstante, también ocurre que existan personas que se autodenominen tricólogos sin tener ninguna titulación. Por eso, el dermatólogo Sergio Vañó, coordinador la Unidad de Tricología del Hospital Ramón y Cajal y dermatólogo del equipo del Grupo Pedro Jaén, afirma que “la palabra del tricólogo o del bioquímico no son más que cuentos chinos”. En estos casos, lo mejor es consultar el perfil del médico y su número de colegiado en el Colegio de Médicos de la provincia correspondiente.
A Svenson le empiezan a salir las cuentas a costa de sus “dudosos” diagnóticos
Según informa Economía Digital, la compañía Svenson registra pérdidas de más de dos millones de euros (antes de impuestos) en su último ejercicio fiscal publicado en el Registro Mercantil; y llegó a acumular hasta 60 millones de euros en deudas. Sin embargo, se han multiplicado los tratamientos gracias al ejército de comerciales que simulan ser médicos y que acuden puntualmente cada mañana a las casi 40 clínicas que tiene la compañía en España. El principal accionista, la empresa World Cosmetics, con sede en Luxemburgo, quiere reflotar el negocio con el mercado español, su principal fuente de ingresos por delante de Portugal, Suiza y Alemania.
Según los planes que ha presentado Svenson a los bancos acreedores, en 2018 se duplicarán resultados. ¿Seguirá diseñando ofertas agresivas y alarmando a quienes acuden a sus clínicas como estrategia? Lo único que ha argumentado la empresa sobre este aluvión de quejas y acusaciones es que se debe al “anonimato de Internet”. ¿Tendrá algo que decir la justicia ante este supuesto caso de intrusismo?
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