Un total de 67 expertos internacionales de distintas disciplinas como nutrición y dietética, endocrinología, salud pública, bromatología, tecnología de los alimentos, pediatría, enfermería, actividad física y del deporte y legislación alimentaria se reúnen en Lisboa durante los días 3 y 4 de julio para analizar el papel de los edulcorantes bajos en o sin calorías en la alimentación, su seguridad, las medidas regulatorias y los aspectos nutricionales y dietéticos de su uso en alimentos y bebidas.
Este encuentro ha sido organizado por la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN) con la colaboración de la Universidade Lusófona de Lisboa. Además, cuenta con el apoyo y la participación de un total de 42 sociedades y fundaciones de nutrición y dietética, sociedades médicas, universidades y centros de investigación europeos e iberoamericanos. Responde al interés y el esfuerzo de la Fundación para la Investigación Nutricional por revisar y diseminar los aspectos relativos a la seguridad y los beneficios de los edulcorantes bajos en o sin calorías utilizados como sustitutos del azúcar y otros edulcorantes calóricos. De esta forma, la FIN quiere contribuir a la reducción del consumo de azúcares añadidos a partir de alimentos y bebidas, en el contexto de la prevención y el tratamiento de la obesidad y enfermedades relacionadas con la misma.
Los edulcorantes bajos en o sin calorías se usan en multitud de productos del sector de la alimentación y las bebidas, incluidos los postres helados, batidos, bebidas vegetales, néctares y bebidas a base de zumo, los yogures, los refrescos, galletas, los chicles, las golosinas, e incluso en productos farmacéuticos, aumentando la palatabilidad de muchos medicamentos.
En opinión del Prof. Lluís Serra-Majem, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública, Director del Instituto de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, presidente de la Fundación para la Investigación Nutricional y uno de los directores de este encuentro, “los edulcorantes son utilizados de forma segura por los consumidores de todo el mundo desde hace más de un siglo.
Constituyen un elemento de indudable interés y actualidad no exento, sin embargo, de cierto desconocimiento por algunos sectores de la población y del ámbito académico, por lo que se hace necesaria esta reunión internacional donde se va a analizar su uso, beneficios, seguridad y los aspectos legislativos y regulatorios con el objetivo de elaborar posteriormente un documento de consenso”.
Por su parte, Sérgio Cunha Velho de Sousa, Nutricionista en el Hospital Pediátrico de Coimbra y co-director de este encuentro internacional, indica que “la mayoría de los estudios que investigan el papel de los edulcorantes bajos en o sin calorías en el control de peso han demostrado que sustituir alimentos y bebidas en la alimentación diaria por versiones con menor aporte, e incluso sin aporte de calorías como parte de un programa de control calórico puede llevar a reducir la ingesta global de energía y jugar un papel significativo en el control del peso. Además, los edulcorantes bajos o sin calorías ofrecen a las personas con diabetes alternativas para disfrutar del sabor dulce sin aumentar la glucosa en sangre”.
A este respecto, France Bellisle, investigadora senior de la Unidad de Epidemiología Nutricional de la Universidad de París 13, recordó que “los edulcorantes bajos en o sin calorías se utilizan para mantener el sabor dulce de los alimentos y bebidas sin añadir la carga de energía de los azúcares. Recientes revisiones sistemáticas y metaanálisis han evaluado y confirmado los beneficios de este tipo de edulcorantes en el control del peso”.
En relación a los aspectos regulatorios, la obtención de la autorización de un nuevo edulcorante bajo en o sin calorías es un proceso largo y científicamente muy riguroso. Los solicitantes solo pueden pedir la aprobación de un edulcorante bajo en o sin calorías después de haber sido sometido a estrictas pruebas y haber proporcionado evidencias sobre la seguridad y utilidad del producto.
Por ejemplo, la evaluación y aprobación de los edulcorantes bajos en o sin calorías primero se debe efectuar a través del CODEX Alimentarius en base a la evaluación y estimación de Ingesta Diaria Admisible establecida por JECFA (Joint FAO/WHO Expert Committee on Food Additives) y posteriormente por las autoridades sanitarias de los países y en el caso de Europa es realizada por la Comisión Europea sobre la base del dictamen científico de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
El grupo de expertos de la EFSA sobre la seguridad de los edulcorantes es el Panel sobre aditivos alimentarios y fuentes de nutrientes añadidos a los alimentos (ANS), un grupo independiente formado por miembros designados a partir de una excelencia científica y una independencia comprobadas.
En este sentido, Susana Socolovsky, doctora en Ciencias Químicas de la Universidad de Buenos Aires y Presidenta electa de la Asociación Argentina de Tecnólogos de la Alimentación, recordó que “los edulcorantes bajos en o sin calorías se utilizan en una gran variedad de alimentos y bebidas dado el interés de algunos consumidores por controlar su peso corporal, ingerir alimentos dulces evitando el consumo de azúcares en el caso de los diabéticos o evitar la caries.
Gracias al riguroso marco normativo existente que se origina en el Comité FAO-OMS para su evaluación y aprobación, los edulcorantes bajos en o sin calorías son componentes seguros en la dieta de la población general”.