La vicepresidenta del Gobierno y la presentadora de las mañanas de Telecinco tienen un severo problema: los datos de audiencia no les respaldan. La número dos del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, no funciona como entrevistada. Después de aparecer en el espacio matinal de la cadena senior de Mediaset, los datos indican que su presencia no sirvió para elevar la cuota media de audiencia de El programa de Ana Rosa.
Así, el espacio matinal de Telecinco, con entrevista a bomba y platillo a la vicepresidenta no tuvo el impacto esperado entre los audímetros. ¿Será que pierden fuelle las mañanas de Vasile?, ¿o que la audiencia reacciona y pide nuevas fórmulas?, ¿o no es público para estas intelectualidades?
Pese a que El programa de Ana Rosa se ha beneficiado del “buen rollo” existente entre la vicepresidenta, su entorno y la periodista Ana Rosa Quintana, lo cierto es que los resultados de sus últimas entrevistas han sido decepcionantes. Sin ir más lejos lo mismo ocurrió en abril de 2016 cuando Sáenz de Santamaría también acudió al espacio de Telecinco.
Además de la cuestión de la audiencia, otros factores influyen en esos resultados, como se reafirmó el pasado martes. Por un lado, el propio perfil de la entrevistada no parece atraer a la audiencia media de El programa de Ana Rosa, que en los últimos tiempos ha tenido que afrontar cuestiones peliagudas de índole interna.
Que Soraya Sáenz de Santamaría no funciona cada vez que pisa el plató de Ana Rosa Quintana es una realidad. Probaremos a cambiarle el look, el peinado, las alzas, el gesto, el rictus… Algo hay que no funciona.
