Este domingo, MasterChef Celebrity coronará al ganador de la tercera edición: Mario Vaquerizo, Ona Carbonell, Antonia Dell’Atte y Paz Vega lucharán por suceder a Miguel Ángel Muñoz y Saul Craviotto en la undécima y última entrega de la temporada. El talent llega a su fin tras firmar datos de audiencia estratosféricos, venciendo a ‘El debate de GH VIP’ e imponiendo su ley en la noche del domingo.
El humor, la emoción y la cocina han vuelto a ser los tres elementos que han vertebrado MasterChef Celebrity. El coqueteo de Boris Izaguirre con Jaime Nava y Saúl Craviotto, el mal perder de Santiago Segura o el pique entre Carmen Lomana y Antonia Dell’Atte han sido algunos de los momentos más destacados de la edición. A continuación, los nueve mejores momentos de la edición:{wbamp-show start}
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1. Santiago Segura la toma con Paz Vega tras su eliminación
La tercera edición de MasterChef Celebrity ha servido para descubrir una nueva cara de Santiago Segura. Aunque no ha perdido su característico sentido del humor, el actor y director se ha mostrado muy concentrado y serio durante todo el concurso, revelando su faceta más competitiva. Su adiós llegó en la novena gala, cuando fue incapaz de realizar una esfera de chocolate.
Segura se mostró bastante disgustado por no haber logrado superar el reto y realizó un discurso excesivamente autocrítico al presentar el plató, tal y como le señalaron los jueces. El problema es que el humorista pagó esa rabia con Paz Vega, que también estaba en la cuerda floja, echándole en cara que no le señalase los fallos de su postre y que se fiara más en los que había cometido ella.
“Aquí, bien lejos de Paz”, dijo, tras volver a los fogones. “Cuando hemos salido, me ha dicho que lo había atemperado mal. O sea, que estás a lo tuyo y a lo mío, ¿pero quién mierda te ha pedido tu opinión?”, le espetó a la actriz, visiblemente afectada, mientras sus compañeros le trataban de frenar. Tras parodiarla y ridiculizarla, Paz rompió a llorar, asegurando que no se esperaba la “reacción fuera de lugar” de Santiago.
Esto no nos ha gustado ? #MCCelebrity pic.twitter.com/U4we3qVRox
— MasterChef (@MasterChef_es) 4 de noviembre de 2018
2. Boris y el chat de los brazos de Saúl Craviotto
Saúl Craviotto, medallista olímpico y ganador de la segunda edición de MasterChef Celebrity, regresó a los fogones para aconsejar a los aspirantes. Allí se encontró con Boris Izaguirre, que le presentó su pastel de patata con carne picada, aunque el plato fue lo de menos, ya que el venezolano se centró en conquistar al piragüista desde el primer momento.
“Yo creo que está muy bueno”, confesó Craviotto, a lo que Boris le respondió que “estaba tan bueno como él”. Tras recordar que ambos pertenecen a la Cofradía del Nabo, Boris desveló que tiene un chat con sus amigos de Miami que se llama Los brazos de Saúl. El motivo del título es que, en una de las pruebas de la anterior edición, el deportista usó sus brazos para amasar cuando el resto tuvo que optar por una amasadora. “Creó un furor que dura hasta hoy”, señaló, ante las risas de todos los presentes.
3. Antonia Dell’Atte vs “los fariseos”
La italiana ha sido una de las grandes protagonistas del programa gracias a su temperamental carácter, el cual propició un duelo de divas que también involucró a Carmen Lomana. Antonia se enfrentó a la leonesa en varias ocasiones durante las diferentes pruebas, cruzando todo tipo de acusaciones y reproches con Lomana.
Su relación con el resto de aspirantes tampoco era mucho mejor, tal y como se pudo comprobar en la sexta gala, cuando el jurado decidió que era la expulsada. Dell’Atte se marchó acusando a sus compañeros de “fariseos”. “Hay personas que han malmetido. Algunos me han atacado injustamente y les deseo que sean mejores personas para que no metan más cizaña”, aseveró, asegurando que “le tocaba hacerse la víctima tal y como hacían ellos”.
4. Carmen Lomana se desmaya entre fogones
Gala 2, prueba de eliminación. Todo transcurría con normalidad hasta que Carmen Lomana empezó a mostrar signos de que no se encontraba bien. “Me tengo que tumbar, es que me voy caer”, comentó, con un hilo de voz, mientras se sentaba en el suelo. Inmediatamente, sus compañeros se percataron y dieron la voz de aviso a los jueces.
“Qué mal me encuentro”, confesó, mientras la doctora le preguntaba si sabía dónde se encontraba. Tras ingerir una pastilla y tomarse la tensión, Lomana abandonó los fogones para realizarse más pruebas y descartar problemas mayores. Eso sí, antes de marcharse, dejó una de las mejores frases de la edición: “No me estaré muriendo, ¿no? Qué horror, qué número estoy montando, me quiero morir”. Pese a todo, superó la prueba gracias al plató que había dejado a medio preparar.
5. Mario Vaquerizo y su redecilla de la suerte
Si hay una persona que ha exprimido bien la experiencia, esa ha sido Mario Vaquerizo. El líder de las Nancys Rubias se ha plantado en la final en contra de lo que muchos creían, demostrando habilidad para la cocina, sentido del humor y un compañerismo que le ha consolidado como uno de los participantes más adorados de la edición por el público y por el resto de aspirantes.
Uno de los gags recurrentes de la tercera temporada ha sido la redecilla que Alaska le regaló a Mario Vaquerizo antes de comenzar el programa. “Fíjate, te veo más tranquilo con la redecilla, ha sido ponértela y que te venga una capa de tranquilidad”, le comentó Bibiana Fernández, a lo que él contestó con un premonitorio “me va a dar suerte”.
Atención que Mario viene con redecilla incorporada #MCCelebrity pic.twitter.com/RQCThjJJds
— MasterChef (@MasterChef_es) 9 de septiembre de 2018
6. Las sentidas lágrimas de Óscar Higares
Junto a Mario, otro de los concursantes más queridos de esta edición ha sido Óscar Higares. Su simpatía y su calma han hecho de él un compañero con el que todos querían cocinar, algo que se demostró al final de la sexta gala, cuando el jurado decidió que debía ser el expulsado. Desde la grada, el resto de aspirantes se deshacía en lágrimas al escuchar a Higares despedirse.
“Me emociona ver a un tío tan grande como tú llorando”, apuntó Eva González, mientras el torero se despedía del jurado entre aplausos. “Todo el empeño que pongo es por agradar a los cocineros y a los jueces pero, al final, lo que quiero es dejar el mensaje a mis niñas de que luchen, que trabajen y se esfuercen”, confesó.
7. Jaime Nava, el amor platónico de Boris Izaguirre
Además de tontear con Saúl Craviotto, Boris se pasó media edición intentando seducir a Jaime Nava. El jugador de rugby entró rápidamente en el juego y juntos ofrecieron momentos surrealistas y divertidos durante los cocinados. Uno de los más memorables ocurrió cuando el escritor presentó su plato Oreja traumatizada en pisto ante el jurado.
“Me gustaría decir que el trauma ha sido que, durante toda la ejecución del plato, estuvo Jaime delante de mí. Cuando me di cuenta de que se trataba de una oreja, no podía separar mi vista de las orejas de Jaime, que son muy bonitas”, expresó Boris, que continuó con su explicación, la cual fue siendo cada vez más delirante gracias a los comentarios del resto de presentes.
8. Antonia y Carmen, unidas por una canción
Pese a que su mala relación ha sido más que palpable durante toda la edición, Carmen Lomana y Antonia Dell’Atte también protagonizaron un momento muy divertido juntas. En una de las catas, Lomana decidió interpretar una canción dedicada a Pepe Rodríguez y Antonia aprovechó para hacerle los coros a su íntima enemiga.
“Pepito, mi corazón, Pepitín, Pepitón; Pepito de mis amores, cántame así, cántame así, con amor”, comenzaba la canción. El juez, perplejo, no se podía creer el espectáculo que estaba observando, mientras que Santiago Segura solo acertó a decir que se encontraba “embargado por la vergüenza ajena”.
9. Dafne Fernández (o cuando los ‘débiles’ te dan una lección)
Dafne Fernández se destapó desde el primer momento como una de las rivales más fuertes de la tercera edición… Lástima que una lasaña acabara con sus esperanzas. La tercera gala comenzó por todo lo alto para la actriz, que se alzó como la mejor en el primer reto, lo que la llevó a elegir a los integrantes de los dos equipos que se enfrentarían en la prueba de exteriores.
Los problemas llegaron cuando Dafne tuvo que escoger a sus seis compañeros más débiles, algo que hizo sin titubear y dejando varios recados. Esto no gustó a los seleccionados, que demostraron que la debilidad es subjetiva ganando la prueba, lo que llevó a la actriz y al resto de su equipo al reto de eliminación.
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