En la Tierra a lunes, noviembre 18, 2024

Las disfunciones del suelo pélvico afectan a la mitad de las mujeres mayores de 50 años y a dos de cada diez hombres

Para el diagnóstico de este tipo de disfunciones resultan de gran utilidad los estudios neurofisiológicos.

Los estudios neurofisiológicos tienen distintas finalidades, según pone de manifiesto el Dr. Alberto Pérez de Vargas, Jefe de Servicio de Neurología y Neurofisiología Clínica del Hospital Quirónsalud San José: confirmar un diagnóstico previo, excluir la presencia de otras enfermedades, localizar alteraciones, identificar alteraciones subclínicas o definir la severidad de una patología, así como la fisiopatología o la evolución, estadio, y progresión de la misma.

Las disfunciones del suelo pélvico ocupan un importante lugar entre las enfermedades crónicas no transmisibles. La debilidad o lesión de los elementos que forman el suelo pélvico predispone, en especial a la mujer, a presentar afecciones a ese nivel que provocan, en ocasiones, una sintomatología múltiple como incontinencia urinaria y fecal, prolapso genital, dolor pélvico crónico y disfunción sexual; en los hombres, los principales problemas son incontinencia urinaria, goteo postmiccional, dificultad para contener gases y heces, o disfunción eréctil.

Se estima que las disfunciones del suelo pélvico afectan aproximadamente al 50 % de las mujeres mayores de 50 años y que entre el 3 % y 6 % de la población femenina desarrollará alguna de estas disfunciones en algún momento de la vida; entre los hombres, las disfunciones relacionadas con el suelo pélvico afectan a casi 2 de cada 10.

En cuanto a las causas, la lesión puede estar provocada por traumatismos, cirugía o radioterapia en la zona, tras el parto, por estreñimiento de larga duración y en ciclistas y levantadores de pesas (debido a la alta presión que soporta el suelo de la pelvis en dichos deportes).

“En este contexto, los estudios de neurofisiología clínica son de utilidad para corroborar un diagnóstico de sospecha de enfermedad neurológica en pacientes con trastornos funcionales genitourinarios, anorectales y sexuales; sin embargo, no son pruebas de uso rutinario, fundamentalmente por su laboriosidad y complejidad”. señala el doctor Pérez de Vargas.

El estudio neurofisiológico del suelo pélvico engloba un conjunto de técnicas cuyo resultado es útil para diagnosticar la localización de la lesión, la intensidad de ésta y el pronóstico. En cada paciente se suelen combinar dos o tres modalidades de estudios, según el caso y a criterio del especialista en Neurofisiología Clínica. pero los más frecuentes son los potenciales evocados somestésicos de nervio pudendo interno, el estudio de las raíces sacras y el electromiograma de la musculatura del suelo pélvico.

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