La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha emitido un comunicado en protesta por las últimas decisiones adoptadas por LaLiga en materia de control de comentarios e imágenes de los partidos de fútbol.
El comunicado se ha emitido justo después de que Javier Tebas, presidente de LaLiga, se hiciese eco de sus propias declaraciones en El Partidazo de COPE. El video, correspondiente a 2019, y las palabras de este, evidencian la falta de libertad de la que disponen los periodistas para preguntar tras finalizar los encuentros de la competición doméstica.
Tras compartir parte de aquella entrevista, la cuenta de El Partidazo de COPE le recordó al presidente de LaLiga que a “su video” le faltaba un fragmento donde Juanma Castaño exponía que los periodistas debían preguntar “lo que sea noticia”. Una afirmación que Tebas rechazó asegurando que “como preguntes algo que no esté dentro del manual, no volverás a salir…”.
“Ofrece una versión parcial”
Tras recuperar estas declaraciones, la FAPE rechaza “los intentos de cualquier empresa informativa, de ámbito político, económico, deportivo o de otros ámbitos, para obligar a los periodistas que trabajen en ellas a que produzcan y comuniquen contenidos adecuados a sus intereses comerciales, o que les censuren cualquier información que no se adecúe a los mismos, evitando que actúen con independencia en la realización de su trabajo”.
“En este caso se produce un férreo control que va contra el ejercicio objetivo de la información y atenta a la libertad de información y el derecho que tiene el ciudadano de recibir una información equilibrada. No solo se produce un daño a la pluralidad, ya de por sí afectada por la Ley del Fútbol y los canales de pago, sino que ofrece una visión parcial de parte interesada como es LaLiga”, señalan desde FAPE.
Asimismo, aseguran que esta independencia “también se refiere a que las empresas en que desarrollan su trabajo no pueden presionarles para que defiendan sus intereses comerciales por encima de los intereses periodísticos, lo que se extiende a todas las especialidades periodísticas”.
El comunicado concluye con una reflexión sobre esta cuestión: “Si las empresas informativas obligan a los periodistas que trabajan en ellas a elaborar y comunicar solo mensajes adecuados a sus intereses comerciales y no a la información que interese a la sociedad, están prostituyendo la actividad periodística al pretender convertirlos en sus portavoces propagandísticos”.
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