El Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, integrado en la red pública madrileña, ha incorporado a su oferta asistencial la Radioterapia Estereotáxica (SBRT, siglas en inglés de Stereotactic Body Radiotherapy), técnica que facilita el posicionamiento del paciente para poder administrar dosis más altas de radioterapia sobre el tumor en un menor número de sesiones y con menor toxicidad para el tejido sano circundante, lo que se traduce en una mejora en la eficacia, calidad y seguridad del tratamiento y, tal y como explica la Dra. Pilar Samper, jefa de este servicio en el hospital mostoleño.
La técnica consiste en la administración de un tipo concreto de radioterapia de muy alta precisión en la que, gracias al control submilimétrico de la zona a tratar, se pueden aplicar dosis más altas de radiación sobre el tumor en un menor número de sesiones para la eliminación de las células cancerígenas, disminuyendo la que reciben los tejidos sanos circundantes.
“Esto nos aporta una seguridad mayúscula, tanto en la zona que estamos tratando como en los tejidos sanos de alrededor”, señala por su parte el Dr. Enrique Amaya Escobar, especialista del Servicio de Oncología Radioterápica.
Contorneado previo, hidrogel separador y control ecográfico del movimiento
Para la aplicación de la SBRT, es preciso adquirir, antes del inicio del tratamiento, un contorno del paciente en la posición exacta en la que posteriormente estará para la administración de la radioterapia; y confirmar que este coincide una vez que el paciente está colocado en el acelerador para recibir la radiación mediante la realización de un TC de baja dosis denominado técnicamente Cone Beam CT. Durante el tratamiento, se controla con precisión submilimétrica que el paciente permanece en esa posición, interrumpiéndose el haz de radiación en el caso de que se mueva y salga de unos límites milimétricos establecidos.
Al usar altas dosis de irradiación, es preciso, además, colocar un hidrogel espaciador entre la próstata y el recto que permite separar ambos órganos y reducir la dosis que recibe el recto y, por tanto, la toxicidad y los posibles efectos secundarios de la administración de radioterapia, tanto a nivel rectal como urinario y sexual, mejorando así la precisión y eficacia del tratamiento y la calidad de vida de los pacientes afectados por esta neoplasia.
En opinión del Dr. Amaya, la aplicación de este hidrogel espaciador, que se incorporó a la cartera de servicios del Rey Juan Carlos en Oncología Radioterápica hace aproximadamente un año, es “un requisito indispensable para realizar este tipo de técnica ya que ayuda a aumentar la calidad y seguridad del tratamiento de alta precisión para un mayor beneficio del paciente”.
Además, para un control más preciso del tratamiento, en el hospital mostoleño se utiliza un sistema avanzado de monitorización del movimiento de la próstata, la Radioterapia guiada por imagen (IGRT, siglas en inglés de Image-Guided Radiation Therapy), que permite monitorizar mediante ecografía el movimiento de la próstata durante toda la sesión de tratamiento, interrumpiendo su administración por parte del acelerador lineal si este órgano se moviera fuera de unos límites establecidos hasta que vuelva al sitio óptimo para reanudar la radiación. Algo que, de nuevo, “impacta de una manera significativa en una menor toxicidad urinaria, rectal y sexual”, insiste la jefa del Servicio de Oncología Radioterápica.
Indicaciones y resultados
El tratamiento de SBRT está indicado para pacientes con cáncer de próstata de bajo riesgo y riesgo intermedio, “donde ha demostrado ser muy preciso sin necesidad de ser invasivos, y un mayor beneficio en supervivencia libre de fracaso bioquímico con un perfil de toxicidad muy bajo”; se lleva a cabo “en tan sólo cinco sesiones -a diferencia de las 20 o 28 que se requieren con otro tipo de técnicas radioterápicas-, con excelentes resultados de control local tumoral, tolerancia y toxicidad”, apunta el Dr. Amaya. Además, al ser una técnica ambulatoria, redunda en una mayor comodidad para el paciente.
”Con esta técnica se están consiguiendo resultados de control de la enfermedad similares a los de técnicas de irradiación previas, sin aumentar la toxicidad, a pesar de dar dosis muy altas de irradiación, y acortar el número de sesiones para el paciente y, por tanto, los desplazamientos al hospital”, continúa el especialista.
La incorporación del tratamiento con SBRT para el cáncer de próstata a la cartera de servicios en Oncología Radioterápica del Rey Juan Carlos es resultado del trabajo en equipo de médicos, enfermeras, radiofísicos y técnicos de Radioterapia del servicio desde el último trimestre del año pasado, cuando el centro adquirió la dotación tecnológica necesaria y los doctores Samper y Amaya se acreditaron para la aplicación de esta técnica.
De cara al futuro, los especialistas avanzan que hay varios ensayos clínicos en marcha en los que se están tratando a pacientes de alto riesgo o con enfermedad oligometástasica. “Los resultados nos dirán si podemos utilizar está técnica en estas situaciones”, han apostillado.
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