La Red de Fundaciones Universidad Empresa (REDFUE) y sus fundaciones asociadas, en relación con el denominado Estatuto del Becario, del que ayer se dieron a conocer algunas de las claves del borrador de un documento impulsado por el Ministerio de Trabajo y acordado con los sindicatos UGT y CCOO, emite hoy a los medios de comunicación el siguiente comunicado:
“El Estatuto del Becario, pensado desde una óptica laboral, parte de un error de concepto puesto que asimila una actividad académica a una laboral.
Las prácticas académicas tienen como objetivo principal ofrecer a los estudiantes opciones formativas que les permitan desarrollar las habilidades y competencias transversales que requerirán en su futuro laboral, y estas oportunidades formativas deben estar indiscutiblemente vinculadas al tejido empresarial, institucional o del tercer sector.
En línea con lo que la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) ha expresado respecto al Estatuto del Becario, que “creen que perjudicará a la formación de los estudiantes y reducirá de modo significativo la oferta de prácticas de la que ahora disponen”, la REDFUE confirma que esto es así porque:
– La corta duración de las prácticas académicas externas, junto a la eliminación de las prácticas extracurriculares, las hace ineficaces desde el punto de vista pedagógico.
– El incremento de la carga de gestión hará que las universidades tengan mayores dificultades para asumir la cantidad de prácticas necesarias.
– El incremento de costes y de esfuerzos de gestión para la empresa son medidas disuasorias en el camino a su compromiso con la colaboración educativa.
Las prácticas universitarias se vienen desarrollando desde 1981 y se han consolidado como la mejor forma de aprender haciendo y de desarrollar las competencias que requiere el mercado laboral, y se deben hacer en el contexto real de la empresa.
Es momento de fomentar y apoyar esas experiencias, ayudar a que cada vez se tenga más foco y se hagan mejor, y no ponerlas en duda con textos que parten de la sospecha de una mala praxis generalizada y cuestionan el rigor del cumplimiento del modelo de las prácticas formativas.
No se debería legislar sin el consenso de la comunidad universitaria.
REDFUE apoyará que se busquen las herramientas para identificar el fraude sin coartar la actividad ni dificultar la colaboración entre universidad y empresa. Apoyamos la revisión del marco normativo existente en el ámbito universitario que fue definido, tras un gran consenso en el año 2014 (RD 592/2014 de 11 de julio), que mejore el mismo y que ayude a la ejecución de la actividad y proteja a todos los afectados”.