Televisión Española vivió anoche una nueva final de MasterChef Celebrity. Pese a que la dividió en dos entregas, la segunda gala fue la que acabó proclamando a Lorena Castell como ganadora de la séptima edición. La colaboradora de Zapeando, entre otros formatos, logró imponerse a Manu Baqueiro y sucede a Miki Nadal y Juanma Castaño, anteriores ganadores del programa.
Para alzarse con la victoria, Lorena Castell preparó un menú de tres platos que buscaba homenajear a los viajes que había hecho con su hermano. Manu Baqueiro, por su parte, apostó por rendir tributo a Galicia elaborando un menú compuesto por primer, segundo plato y postre. Sin embargo, y pese al buen hacer de ambos, la balanza acabó decantándose al lado de la catalana.
Patricia Conde la lió en la primera gala de la final
Al margen de la victoria de Castell, la doble gala final de MasterChef Celebrity 7 quedó empañada por la sorprendente reacción de Patricia Conde. En la gala previa, la actriz abandonó la prueba de exteriores alegando estar cansada y con ganas de dormir. Minutos antes había mostrado una actitud pasiva, al tiempo que bromeaba continuamente con sus compañeros sin prestar atención a los cocinados.
Pero la cosa no quedó ahí. Patricia Conde también se mostró displicente con los jueces, riéndose de sus consejos. Llegó incluso a vacilarles y trató de engañarles con los platos que preparaba. Tras la emisión de la primera parte de la final, Patricia Conde salió al paso para aclarar lo ocurrido.
“Realmente en la final me bloqueé ante tanta presión, pero no solo la del cocinado, sino la de toda la gente que tenemos en frente dando órdenes y sobre todo de lo que dirán de nosotros en redes sociales después. Que ya sabéis algunas terribles consecuencias”, aseguró.
En esta línea, la actriz argumentó que “cada uno vive las experiencias a su manera, no todos somos iguales, pero lo que yo he hecho ha sido tratar a todos mis compañeros con respeto pasara lo que pasara, y en lugar de sacar el estrés gritando o insultando a los demás he preferido reírme de mí misma e inmolarme en un divertido show para quitarle hierro al asunto”.
Al mismo tiempo, aprovechó para pedir perdón por su actitud en la final: “Quiero pedir perdón a mi familia (ellos saben bien que si no duermo no funciono), amigos, al equipo de MasterChef y a todos los que han creído en mí más que yo misma. Pero sabéis lo que os digo, que el giro de la película era que Manu se llevara la chaquetilla porque se lo merecía más que nadie y me sobraban los motivos para frenar y dejar que me adelantara”.
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