Los problemas financieros de Prisa se han convertido en protagonistas incontestables del cierre del año y el comienzo de 2023 en el sector. En los últimos días, los títulos de la compañía se han depreciado considerablemente, perdiendo más de la mitad de su valor respecto a cómo iniciaron 2022.
A esto hay que sumar la búsqueda incesante de los responsables del grupo de una solución que acabe con los problemas financieros de Prisa. La que cuenta con más adeptos dentro de la compañía es la posibilidad de sellar una ampliación de capital por más de 30 millones, según cifra Okdiario. No obstante, los inversores de la compañía se muestran reticentes ante esta posibilidad.
La idea de Oughourlian y Barroso pasaría por un mayor desembolso económico de los socios recién llegados, es decir, de Global Alconaba. Recordemos que hace poco más de seis meses la compañía se hizo con el paquete de acciones que Telefónica poseía en Prisa y que suponían el 7% de esta.
Otra de las claves que afectan directamente a Prisa es el conocido como escudo anti-opas. La normativa que obliga al Gobierno a dar luz verde a todas las operaciones que impliquen la adquisición de más del 10% del capital de las empresas estratégicas españolas por parte de inversores internacionales.
Problemas financieros
A falta de lo que revelen las cuentas completas de 2022, a cierre del tercer trimestre, Prisa sostenía una deuda de 915 millones de euros. Para solventarla, la compañía que cumplir varios plazos que finalizarán el próximo 2027. La primera de ellas –de 240 millones de euros-, en junio de 2026; la segunda –de 575 millones- en diciembre de ese mismo año y el resto, en junio de 2027.
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