El desabastecimiento en las farmacias españolas parece haber llegado para quedarse. Actualmente, hay dificultades de suministro en más de 650 medicamentos, según los últimos datos registrados por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, es decir, lo que equivale casi al 3,5% de los medicamentos registrados con un impacto mayor o menor en la sociedad en función de si hay o no alternativas terapéuticas.
Según parece la Ley de Garantías consolida un sistema de trazabilidad que no ha dado, por ahora, ningún resultado, y lo peor es que es posible que no puede darlo, porque la trazabilidad diseñada por esta Ley tiene a día de hoy, otras finalidades diferentes que las de prevenir el desabastecimiento. Por lo que no se trata de una causa directa, pero si de una de las causas ligada al problema de origen que es: un suministro insuficiente.
Otra causa es la deslocalización o externalización de la producción. Hace años, en Europa se fabricaban muchos medicamentos, hoy en día, la producción se ha trasladado principalmente a Asia y eso hace que sea más rentable, pero que también se haya perdido el control y acceso a los fármacos. Y por último, también influye la lentitud de la industria ante los cambios bruscos de demanda. Si no tienen planificado fabricar más unidades de un determinado medicamento, pueden pasar varias semanas hasta que se cumplen los controles de calidad y está listo para su distribución.
Un contexto, en el que ciertos laboratorios han participado con sistemas de suministro directo, compartimentación del mercado, cuotas de suministro y otras ideas, tales como cobrar gastos de envío o exigir pedido mínimo a las farmacias, aparte de firmar contratos confidenciales con la la distribución mayorista. Así, algunas autoridades autonómicas no parecen estar dispuestas a consentir tal situación y preparan sistemas de seguimiento que podrían devenir en el establecimiento de medidas cautelares para quienes sean causantes del mal suministro.
Origen del problema
Los orígenes de este conflicto se trasladan casi al año 2006 y tienen lugar en el artículo 87 de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios cuyo objetivo era conocer mediante un sistema de trazado los destinatarios de las ventas de la industria y así determinar aquellas que, en principio, no se justificasen como efectuadas en territorio nacional, por lo que supuestamente se convertían en exportaciones paralelas. A partir de ese momento, se promueve un proyecto que recibe respuesta de, algunos colegios y otras organizaciones del sector, al detectarse numerosos fallos en el texto inicial.
Así, en un principió y con el inicio del problema sobre el año 2006 se observó la necesidad de derogar el anterior decreto de trazabilidad, para cuya redacción no se había contado con las oficinas de farmacia y las comunidades autónomas. Ahora bien, tras la publicación de la Ley de Garantías, el fenómeno del “suministro insuficiente” ha continuado aumentando de forma desorbitada. Una situación en la que han sido frecuentes las denuncias de farmacéuticos e incluso de pacientes por las dificultades de suministro, lo que ha inducido a varias comunidades autónomas a tomar medidas.
Alternativas a la escasez
Por tanto, queda claro que en España tras varios meses en los que se detectó dicho problema el desabastecimiento no para de aumentar. Y, ¿qué se puede hacer ante tal problema? En el caso de los pacientes existe una alternativa: las presentaciones. Medicamentos con el mismo principio activo, pero en diferente formato, ¿cuál es el problema? Que para conseguir una presentación diferente de un mismo medicamento el paciente tiene que volver al médico, pedir cita y conseguir la nueva receta antes de ir a la farmacia.
Pero bien, esto supone una molestia tanto para el farmacéutico como para los pacientes. De momento, la AEMPS y la Dirección General de Farmacia del Ministerio de Sanidad han autorizado a los farmacéuticos la dispensación excepcional de medicamentos con amoxicilina. Es algo puntual, pero es un primer paso para que los boticarios consigan el derecho de sustitución. Este derecho existe en varios estados de la Unión Europea y en la situación actual, si ese derecho fuese reconocido por la ley, muchos de los desabastecimientos del mercado podrían evitarse.
Medicamentos más afectados
A día de hoy, el mayor problema se encuentra en los medicamentos sin sustitutos. En la última actualización de la AEMPS hay más de 650 medicamentos desabastecidos. Entre ellos hay que destacar que para casi 100 fármacos sería necesaria la intervención de un profesional médico. Sin embargo, este desabastecimiento de medicamentos en las farmacias no solo afecta a España. Otros países de la Unión Europea como Francia están pasando por más problemas.
En los últimos días, muchos ciudadanos franceses habían llegado a cruzar la frontera con Italia para poder adquirir paracetamol o ibuprofeno. Por eso ahora, las autoridades de nuestro país vecino han permitido a las farmacias comenzar a fabricar los medicamentos que más escasean. Un hecho que supone un punto de inflexión en Francia, y un ejemplo para el resto de países, que podría servir como hoja de ruta en caso de que la escasez de medicamentos empeore con el tiempo.
Pero, entre las propuestas generales para solventar el problema, desde el punto de vista de las oficinas de farmacia, que permitan detectar el suministro insuficiente y que las autoridades puedan intervenir rápidamente para corregirlo, destacan aquellas que giran en torno a los siguientes tres ejes: obtener una información en tiempo real sobre el desabastecimiento, establecer soluciones prácticas para evitarlo, y creación de medidas legales o reglamentarias que ayuden a mejorar la función de las farmacias.
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