Grifols, la multinacional catalana que desarrolla medicamentos derivados del plasma y otras soluciones biotecnológicas, ha anunciado este miércoles un plan de ahorro de costes que conllevará una reducción de hasta 400 millones de euros anuales. Un ajuste que, según ha explicado la compañía a través de un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), implicará un recorte de personal de 2.300 empleados, la mayoría de ellos en sus centros de Estados Unidos, mientras que unos 100 saldrán de los centros de España. Así, el número total de despidos representará un 8% de toda su plantilla.
Y, según han añadido, el plan se enmarca en los esfuerzos de la compañía para superar la crisis sufrida en Bolsa en los últimos tiempos, castigada por el aumento de la deuda. Y es que, desde que alcanzó el máximo de su cotización justo antes de la pandemia, las acciones de la empresa llegaron a perder, hasta octubre del año pasado, un 76% de su valor. Ante tales noticias ,el primer paso fue la salida del presidente no ejecutivo, Víctor Grifols, que fue sustituido por Steven F. Mayer con funciones ejecutivas, y el segundo fue lanzar un plan para demostrar la solvencia de la empresa a los inversores quienes habían perdido confianza. Ahora bien, desde su valor más bajo en octubre, la compañía ha subido en Bolsa un 67% y su valor está alrededor de los 13 euros por acción.
Un plan con tres direcciones
El plan se centra en tres áreas principales según el comunicado: la primera se centra en optimización de costes teniendo por objetivo seguir manteniendo operaciones en los centros de donde obtiene el plasma, pero invirtiendo menos dinero en ello. Por ello, la empresa ha anunciado que lo hará cerrando centros de donación poco eficientes (ya cerró 18 centros en el último trimestre de 2022), y “optimizando” la compensación a los donantes. Medidas que implicarán el despido de 2.000 trabajadores durante este año, todos en Estados Unidos.
La segunda área a tratar hace referencia al ajuste de las funciones corporativas, centralizando y automatizando flujos de trabajo a través de nuevas técnicas y nuevas inversiones que le permitirán simplificar estructuras. Medidas que conllevarán otro recorte de plantilla de hasta 300 trabajadores también en este mismo año, un centenar de los cuales trabajan en España, y el resto en Estados Unidos. Por último, el tercer ámbito se centrará en mejorar las eficiencias de la organización general de la empresa, sobre todo en aspectos como las compras, la logística o las instalaciones.
Asimismo, el plan parece ser inmediato, la empresa prevé llevar a cabo la mayor parte de las medidas antes del último trimestre de este año y espera un impacto de 100 millones de euros de ahorro en la cuenta de resultados de 2023; mientras que el resto se verá reflejado en los resultados de 2024. El presidente ejecutivo de Grifols, Steven F. Mayer, ha mostrado su convencimiento de que estas medidas son necesarias para mejorar su desempeño financiero y para ganar en competitividad. Mientras que, los coCEOs Victor Grifols Deu y Raimon Grifols Roura han apuntado el impacto de la pandemia en la empresa y que las medidas “garantizarán el éxito de Grifols a largo plazo”.
2.300 despidos
Sin embargo, los despidos también conllevarán también unos costes en las indemnizaciones y los honorarios por asesoramiento y consultoría, que Grifols estima en 140 millones de euros, un gasto extraordinario que se solventará, según han afirmado, en el primer trimestre de este año. Y, el ahorro esperado, de hasta 300 millones anuales, no se notará en las cuentas hasta 2024, ya que la compañía espera que este 2023 sea el inicio del plan, y solo ahorre unos 100 millones de euros.
Una línea en la que el presidente de Grifols ha declarado que está “convencido de que estas medidas son necesarias no solo para mejorar nuestro desempeño financiero, sino para ser una organización más ágil, resolutiva y eficaz”. “Las decisiones adoptadas, en particular las que afectan a nuestro equipo humano, no se han tomado a la ligera. Tenemos la determinación de seguir invirtiendo en nuestro talento con la implementación de planes de incentivos a corto y largo plazo diseñados para reforzar una cultura de rendimiento”, han agregado los dos consejeros delegados de la compañía, Víctor y Raimon Grifols.
En los últimos resultados financieros antes de tomar las decisiones aquí mencionadas, la compañía destacó que el desapalancamiento (su pasivo se situaba, al término del tercer trimestre de 2022, en 9.380,9 millones de euros) era su “prioridad”, y ya resaltaba que estaba evaluando alternativas para optimizar sus activos globales, lo que no cerraba la puerta a vender algunos de ellos. Ahora se espera, que el próximo 28 de febrero la compañía ahonde en estos planes y en el plan de ahorro anunciado este miércoles, durante la presentación de sus resultados financieros de 2022.
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