La Atención Primaria es el primer nivel de atención médica, siendo por tanto fundamental para ofrecer a la población el acceso a servicios de salud capaces de cubrir todas sus necesidades de forma adecuada. Así, en este contexto Faro Edtech, compañía dedicada a la educación en salud, ha querido analizar qué habilidades son las necesarias para todos aquellos profesionales de la salud que participen de forma activa en este primer nivel asistencial .
En este primer contacto a nivel asistencial del paciente con el médico se abordan la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades comunes, así como la promoción de hábitos saludables y la educación sobre la salud. Además, es el servicio donde se derivan los pacientes a los especialistas, según las necesidades médicas. de cada uno de los casos.
Además, actualmente es importante tener en cuenta que una parte considerable de las solicitudes de asistencia en la Atención Primaria se centra en la salud mental, con problemas como el estrés o la ansiedad. Por lo tanto, es de suma importancia que el personal esté familiarizado con las pautas básicas para su tratamiento. De esta forma, los trabajadores de este sector deben tener una serie de cualidades y los conocimientos adecuados que les permitan ofrecer una atención de calidad a los pacientes.
Según Rafael Ceballos, CEO de Faro Edtech, “los profesionales de Atención Primaria se enfrentan diariamente a situaciones muy complejas, tanto laborales como emocionales. Es fundamental que estos profesionales de la salud tengan las habilidades adecuadas para satisfacer así las necesidades de sus pacientes. En Faro Edtech entendemos que la Atención Primaria es un componente esencial de un sistema de salud fuerte y sostenible, y su importancia debe ser reforzada y priorizada.
A lo que añade que por ello, “trabajamos para mejorar e impulsar el sistema formativo de todos sus profesionales, con el fin de asegurar que cuenten con las habilidades y conocimientos necesarios para brindar una atención de calidad a los pacientes” especialmente en un sistema sanitario que tras la pandemia no se encuentra en su mejor momento.
Habilidades comunicativas entre los profesionales de la salud
En primer lugar, cuando hablamos de la importancia de la comunicación en el sector salud nos referimos principalmente a la necesidad de saber escuchar para luego poder dar las indicaciones médicas mejor adaptadas a cada caso y de la mejor manera posible. Así, si se parte de esta base tener una comunicación óptima supone mejorar la calidad de vida y satisfacción tanto de los pacientes como de sus familiares.
Es fundamental que sean capaces de comunicarse eficazmente con los pacientes, sus familiares y otros miembros del equipo médico, consiguiendo entenderlos y explicarles de forma clara los diagnósticos y tratamientos. Por ello, estos profesionales tienen que ser personas empáticas hacia sus pacientes, así como contar con una ética profesional sólida y comprometida.
Además, como ya se ha mencionado esta habilidad deber ir acompañada por la capacidad deser buenos oyentes y estar atentos a las necesidades y preocupaciones de las personas. Asimismo, tienen que ser respetuosos y pacientes con los valores y las creencias de aquellos a quienes atienden que, en la mayoría de casos no está pasando por su mejor momento.
También hay que ser conscientes de que la medicina y la atención sanitaria están en constante evolución, especialmente desde la crisis sanitaria provocado por el Covid-29, por lo que un profesional de atención primaria debe tener habilidades de actualización y formación continua, para mantenerse al día con las últimas novedades del sector y ofrecer una atención de calidad a sus pacientes.
Por último, el trabajo en equipo es muy necesario sobre todo cuando el principal objetivo es mejorar la calidad en la atención a los pacientes. Y es que, el personal de la Atención Primaria tiene que estar formado por personas colaborativas y resolutivas, siendo capaces de resolver problemas complejos tanto solos como en equipos de trabajo. Además, es fundamental que sean flexibles y sepan adaptarse a las complejas situaciones en las que se van a ver envueltos a lo largo de su carrera profesional.
Largas listas de espera
Sin embargo, la realidad es que algunas de estas habilidades se están viendo perjudicadas por largas listas de espera que conllevan un tiempo medio sin asistencia, entre que una persona pide cita y es finalmente atendida por su médico de familia, un 51,72% desde 2019, de acuerdo al Barómetro Sanitario, que recoge la opinión de los pacientes.
En algunas comunidades como Murcia, Madrid, Baleares o Andalucía el porcentaje de ciudadanos que dicen haber tardado más de un día en ser atendidos en Atención Primaria excede el 70% y, entre ellos, el tiempo medio de espera supera los 10 días en la Comunidad Valenciana y Cataluña. Les siguen Canarias, Andalucía y la Comunidad de Madrid, con medias superiores a los 9 días.
Una realidad que impide a los profesionales del sector salud dedicar el tiempo necesario a cada una de sus consultas. Es decir, que las plazas permanezcan sin cubrir significa que los facultativos que están en consulta tienen una sobrecarga de trabajo. Los profesionales que hay están saturados y, reclaman, no siempre bien pagados.La propuesta de la OMS es que el 25% de los presupuestos sanitarios se destine a la atención primaria, algo que no cumple ninguna comunidad autónoma en España.
Además, lo recomendable, según los expertos, es que cada médico de familia tenga asignados a un máximo de 1.500 pacientes, 1.000 en el caso de los pediatras, y que en cada jornada atienda a un máximo de 31 pacientes, 21 en el caso de los niños. Esta es la principal reivindicación de los sanitarios en Cantabria, en huelga desde el lunes: que los profesionales atiendan como mucho a 35 pacientes al día y no a 50 o 70 como está ocurriendo ahora. Pero una cosa es lo que indique la teoría y otra es lo que se da en la práctica, sobre todo teniendo en cuenta la libre elección de médico.
Y es que, poder elegir facultativo es una posibilidad amparada por la normativa nacional y con gran aceptación entre los usuarios, pero tiene una cara b y es que puede haber doctores con más de 2.500 pacientes en su cartera y con cupos diarios de entre 60 o 70 personas lo que les obliga a atender con rapidez y sin calidad a unos pacientes que necesitan especialmente apoyo y acompañamiento durante su proceso asistencial.
Seguiremos informando…