Según la estimación realizada por la Sociedad Española de Oncología Médica (Seom) este año se diagnosticarán en España 279.260 nuevos casos de cáncer. Lo que puede significar una tendencia a la estabilización, por cuanto el año pasado se detectaron 280.100. Pero, aun así, la realidad puede estar algo enmascarada por la covid, ya que el coronavirus pudo matar anticipadamente a personas a las que probablemente habrían detectado un tumor.
La realidad es que la Seom espera un incremento de la incidencia del cáncer en todo lo mundo a largo plazo, fenómeno del que no escapa España, que en 2040 sufrirá, según estiman, 341.000 nuevos casos. No caben sorpresas, de modo que en el presente año, igual que ocurrió en el anterior, los tumores de mama, pulmón, próstata, colon y vejiga serán los más frecuentes.
Una información que nos llega a través de los medios ya sea de forma diaria o aprovechando las celebraciones de los días mundiales asociados a los diferentes tipos de tumores existentes. En este sentido, el cáncer es una de las enfermedades que más interés informativo despierta en los medios y, por su prevalencia y características, es uno de los temas socio-sanitarios de mayor importancia para el ciudadano.
Una necesidad que ha llegado desde los ciudadanos y que se ha podido ver reflejada en los medios de comunicación, los cuáles han experimentado un crecimiento importante de las páginas y espacios dedicados a la enfermedad. En España, se puede decir, que en torno a los últimos 30 años, se ha multiplicado por cuatro el volumen de noticias publicadas o emitidas sobre esta patología.
Una tendencia que se ve reflejada en que el interés de los ciudadanos, no es solo mayor por la oncología, sino que, cada vez interesan más los temas de salud y así se constata como en los medios de comunicación cada vez se dedican más espacios a tratar estos temas. Un papel clave para divulgar y concienciar a la sociedad sobre la prevención y tratamiento del cáncer. Los propios psicooncólogos destacan los beneficios de visibilizar la dolencia, pero bien, advierten también de los riesgos de la exposición pública: el paciente puede perder el control y otros espectadores enfermos e incluso llegarse a frustrar con el relato ajeno.
Los expertos están de acuerdo en que acceder a información sobre la salud en Internet es importante y fortalece a los pacientes para tomar la iniciativa en su propia atención. Sin embargo, también advierten que cada vez hay más pruebas de que la desinformación acerca del cáncer, sobre todo cuando se promocionan tratamientos no comprobados, es dañina. Por tanto, la carga de decidir qué es verdadero o falso recae cada vez más en los pacientes. Para evitar que esto ocurra, es importante reiterar la importancia de que los médicos y otros expertos sanitarios utilicen cada vez más las redes sociales y la relevancia de sus declaraciones en los medios, para divulgar información sobre la salud basada en la ciencia.
Visibilizar el cáncer a través de relatos
Actualmente existe una corriente en la que pacientes diagnosticados de cáncer ayudan a visibilizar su enfermedad y su tratamiento oncológico a través de su propia experiencia. Así que si, como se puede ver a diario en RRSS y medios, el relato del cáncer ha salido de las consultas y de la intimidad de las casas. Pacientes en tratamiento cuentan sus experiencias con la enfermedad, comentan su día a día y comparten vivencias con otros enfermos. La dolencia se verbaliza y hay historias personales que arrastran miles de seguidores y apoyos.
Y si, la mayoría de expertos celebran el impacto positivo de contar el cáncer en redes y visibilizar la enfermedad. Puede servir, para “desmitificar” la dolencia y es que dar visibilidad a esta enfermedad, puede servir a otros pacientes para desmitificarlo y ver que no son los únicos en tal proceso. Pero, es muy importante, tener claro que la experiencia de cada persona es diferente. Cada paciente es un mundo. Hay muchos tipos de tumor y cada persona responde de forma diferente y eso hay que tenerlo muy en cuenta.
En este sentido, el sentimiento de lucha y la positividad, señalan los expertos, “puede ser bueno” para muchos pacientes, pero alertan que, por otra parte, existe“la trampa del pensamiento positivo” y la frustración de los espectadores enfermos que no logren la actitud del paciente que relata su vida en redes puede ser una realidad. Por ello es tan relevante la veracidad de los hechos y recordar que, en redes y medios, tú ves o lees lo que la otra persona quiere que veas.
Además, otra cuestión muy sensible al respecto de la información sobre cñancer que encontramos en redes y medios, es el impacto que deja en los seguidores la muerte de un paciente. Habitualmente, tras el fallecimiento de algún enfermo que relataba su vida o que contó la enfermedad que tenía, se ve una cascada de pacientes deprimidos o asustados. Es un desencadenante de miedo a la recaída.
Bulos y desinformación
Ante tanta información y tanta forma de trasmitirla los expertos abogan, en cualquier caso, por “la responsabilidad” a la hora de compartir contenido sobre el cáncer en las redes sociales. Responsabilidad con la información que se difunde y en el caso de los propios afectados, responsabilidad con la exposición que se hace de uno mismo. Toda información que se difunde debe ser, por tanto, ser veraz y avalada científicamente.
La realidad es que os bulos en salud siguen pululando, especialmente en las redes y la población afectada por un tumor son personas vulnerables, de ahí la relevancia de difundir información con responsabilidad”. “Somos muchos los que estamos mirando, la situación es muy dramática y te agarras a un clavo ardiendo. Pero no, el positivismo y la desinformación no cura. Es brutal la facilidad con la que la gente te recomienda cosas sin aval científico”, lamentan los expertos,
Cuando se extiende un bulo por internet existen tres tipos de motivación: Por un lado, la intención de dañar a un tercero por parte de quien publica. Por otro lado, el interés de quien lo extiende. En este sentido suelen ser promovidos por empresas que intentan vender sus productos. Y, la última motivación es la de crear alarma social.
De ahí la necesidad de consultar al especialista antes de dejarse llevar por información sin contrastar de internet. Las redes y los medios son una gran y positiva herramienta de difusión de las patologías, avances científicos y sus tratamientos pero siempre que se empleen con cabeza y sabiendo discernir entre los contenidos veraces de aquellos que no lo son, especialmente cuando existe el interés oculto de alguna pseudociencia o producto “milagroso”.
Seguiremos informando…