Adiós a la undécima edición de MasterChef. Televisión Española emitió este lunes la última entrega del talent culinario, que acabó coronando a Eneko como ganador. Pero al margen del clímax final, la temporada ha estado marcada por su caída en lo que respecta a las audiencias, siendo la peor de la historia del programa producido por Shine Iberia.
Después de lo que hemos visto durante estos meses podemos decir abiertamente que MasterChef ha perdido definitivamente su esencia. El espectáculo vacío y los contenidos de relleno son algunos de los males de los que adolece desde hace tiempo. Una cuestión que está repercutiendo negativamente en sus datos, provocando que la cifra de espectaodres caiga en picado edición tras edición.
A lo largo de la temporada los roces entre los concursantes han sido una constante. El caso más flagrante lo encontramos personificado en la figura de Luca, fuente constante de conflicto. El programa, de hecho, fue muy criticado en redes porque muchos entendían que se estaba posponiendo su expulsión, argumentando que le mantenían en las cocinas por su capacidad para dar “juego”.
Doblar la emisión, una decisión poco acertada
MasterChef parece negarse a reconocer la evidencia. A parte de ser la peor edición de su historia, también ha sido la más larga. El aumento en la cifra de concursantes provocó que se tuvieran que aumentar las galas, ampliándolas a un total de 25.
El número tan elevado de programas llevó a TVE y a la productora del programa a tomar una decisión sin precedentes en MasterChef: doblar su emisión. De esta manera, durante esta temporada se han emitido dos entregas semanales, con todo lo que ello implica. En primer lugar, una saturación del prime time de La 1, copando la noche del lunes y la del martes, y por otro, la consecuente caída en sus datos.
La undécima edición del talent culinario ha firmado un 13,1% de cuota de pantalla y 1.345.000 espectadores*. Datos muy alejados de los que ha cosechado en cursos pasados. Sin ir más lejos, la edición anterior registró una media del 14,6%, reuniendo a 1.642.000 fieles. Atrás quedan, por supuesto, las temporadas en las que MasterChef lograba superar los dos millones de espectadores.
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