Con el objetivo de llevar a la Base Antártica Española (BAE) Gabriel de Castilla el autoconsumo fotovoltaico y colaborar con el Instituto Geográfico Nacional (IGN), Solar360, compañía conjunta de Repsol y Telefónica España, llevó a cabo la instalación de paneles solares en el lugar.
La energía renovable generada permitirá a los investigadores monitorizar los datos desde Madrid en tiempo real durante todo el año. En total se instalaron 16 paneles de 385W y 24 baterías de 2V en la base Gabriel de Castilla, situada en la isla Decepción (archipiélago de las Shetland del Sur).
“Esta iniciativa muestra como ninguna otra nuestra capacidad y ambición para llevar el autoconsumo fotovoltaico a cualquier lugar, contribuyendo, además, a la investigación del Instituto Geográfico Nacional en su campaña antártica”, destacó Guillermo Barth, CEO de Solar360.
Registro en tiempo real y durante todo el año
La nueva instalación de autoconsumo aportará el suministro energético necesario para permitir que la investigación de la actividad volcánica de la isla que realiza el IGN sea monitorizada los 365 días del año desde España.
De esta manera, los investigadores podrán registrar, estudiar e interpretar los parámetros volcánicos y enviar los datos obtenidos a los investigadores del Instituto Geográfico Nacional en Madrid, incluso en los meses de invierno antártico, aunque no haya personal desplazado en ese periodo debido a las adversas condiciones climatológicas.
Además del suministro de energía a los equipos de investigación y comunicación, los excedentes de electricidad renovable se destinarán al llamado Módulo de Vida, el lugar de la base Gabriel de Castilla donde se aloja el personal desplazado -unas 26 personas.
Un sistema de vigilancia volcánica robusto
Los paneles de Solar360 se han desplegado en la Isla con un equipo liderado por el IGN, que es el encargado de la vigilancia volcánica de la Isla Decepción, en colaboración con el Comité Polar Español, autoridad española que coordina las actividades de I+D+i de España en las zonas polares, y el Ejército de Tierra.
En atención a las especificidades propias de la latitud, el clima y el viento, los paneles se instalaron con en las paredes de la base y no en el techo.
Al respecto, Rafael Abella, investigador del IGN, señala: “El sistema de vigilancia volcánica que se está implementando pretende ser unos de los más robustos de la Antártida, a pesar de que las condiciones existentes en la Isla hacen que los hitos a conseguir sean todo un reto”.
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