Prestigiosos especialistas del Hospital Ruber Internacional, se han desplazado a un pequeño estado en la región de los grandes lagos en África Oriental, Burundi, donde junto con numerosos equipos médicos están realizando una labor extraordinaria por salvar o alargar la vida de numerosas personas.
Especialistas de pediatría, ginecología, cardiología, oftalmología, otorrinolaringología, cirugía reparadora y estética, cirugía maxilofacial o dermatología, están salvando vidas y/o alargando vidas en uno de los lugares más pobres del mundo. Ayudando para que ninguna mujer muera durante el parto y a un número muy elevado de niños con problemas de todo tipo. Malaria, enfermedades respiratorias, enfermedad por el virus del Ébola. Niños con terribles quemaduras, con úlceras enormes que producen cicatrices desfigurantes y debilitantes, originadas por una bacteria, el Treponema pallidum, enfermedad tropical denominada PIAN, entre otras muchas patologías. Pacientes adultos en diálisis por insuficiencia renal, con malformaciones, traumatismos, afectaciones óseas e incluso cáncer.
Por tanto, esta acción se puede definit como una misión humanitaria de prestigiosos cirujanos y médicos del Hospital Ruber Internacional, que se desplazan a Burundi para operar de forma altruista como es el caso de los doctores César Casado, Inmaculada Gómez Arrayás, Diego González Rivas o Ricardo Ruíz, entre otros, que ha estado este verano con su familia ayudando a la población del norte de Burundi a nivel dermatológico y a nivel social.
El doctor Ricardo Ruíz y su familia han visitado el centro de las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta en Kirundo que acoge a todo tipo de personas, desde niños abandonados, con SIDA, enfermos psiquiátricos, etc.Han tenido la oportunidad de ver y tratar a niños con tratamientos eficaces, así como de repartir ropa, zapatos, gafas de sol, chuches, material de curas y medicación. “Pudimos colaborar en la construcción de alguna casa de ladrillos de adobe, ya que sus chozas arden con facilidad por lo que hay muchos niños con grandes quemaduras”, señala el doctor Ricardo Ruíz.
Ahora bien, cabe destacar que todas las acciones llevadas a cabo han sido posibles gracias a la Asociación Solidaria Universitaria ASU ONG, que nace para ayudar a los más necesitados y mejorar sus condiciones de vida y a la doctora Marta Conde, alma del proyecto en Burundi, que es donde concentran todos sus esfuerzos para el desarrollo de proyectos de cooperación.
Asimismo, el Hospital Ruber Internacional concluye este comunicado transmitiendo su colaboración en la provisión de medicamentos y equipamientos médicos que ayudan a modernizar la asistencia clínica. Una tarea colectiva excepcional al servicio de los más necesitados.
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