Todo ello sólo unos días después de la incorporación de un nuevo alto directivo, José Manuel del Arco, al que se incorporó como “primer ejecutivo del grupo editorial”. Profesional de prestigio, aunque prejubilado de Telefónica hace algunos años, y sin experiencia previa en el sector. Cuyo fichaje, unido a la no sustitución de tres bajas en la redacción, ha ahondado en el malestar de los equipos.
El grupo editor de Valencia Plaza, fundado en 2010 por Enrique Lucas, ha sido uno de los pocos ejemplos de grupo de prensa local nativa digital que se ha consolidado en el panorama mediático en España. Con la creación de las cabeceras Alicante Plaza, Castellón Plaza y Murcia Plaza, así como proyectos en radio y en papel como la revista Plaza. Con un crecimiento importante en facturación y en audiencia durante los últimos ocho años.
Las dudas empezaron a generarse con el fallido proceso de salida al BME Growth anunciado el mes de mayo de 2022. Operación que sorprendió a los expertos por el tamaño y características de la compañía, pero que Enrique Lucas, presidente y accionista mayoritario (propietario de alrededor de un 30% de las acciones), lideró implicando para ello a un nutrido grupo de personalidades y empresarios valencianos, afines a la naturaleza del diario. El hecho de que no haya noticias de dicha salida, añadido a la desconfianza generada en la primera junta de accionistas como sociedad anónima, han provocado que la solvencia financiera del proyecto se haya visto en entredicho.
La indefinición actual del proyecto, que se comercializó para la salida al mercado como un proyecto sólido y de crecimiento. Unido a los incumplimientos ya manifiestos con proveedores y trabajadores, están provocando un clima de incertidumbre en el entorno del grupo editorial capitaneado por Enrique Lucas, junto a empresarios de entidad como José María Mas Millet o Vicente Boluda entre otros.
Graves conflictos societarios en Valencia Plaza
Las diferentes informaciones que durante los últimos días apuntan a problemas en pagos a personal y proveedores, así como el clima laboral enrarecido. Han alertado a socios de la compañía totalmente ajenos a esta situación tan complicada, algunos ya desde hace muchos años en la sociedad y otros que entraron tras la transformación en sociedad anónima con la ampliación de capital previa a su supuesta salida a Bolsa.
Resulta sorprendente que en la pasada Junta general en Junio, en la que se llevó a cabo una reducción de capital, ni el presidente Enrique Lucas ni el secretario, abogado y socio José María Mas Millet, informaron acerca de la gravedad de la situación.
En dicha Junta el representante del empresario y Presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda votó en contra de todos los puntos, lo que llamó la atención a gran parte de los asistentes desconocedores de las razones para hacerlo.
Los rumores de impagos y de malestar han sido el detonante de que se están produciendo reuniones de socios con accionistas de referencia en búsqueda de explicaciones a la situación que se está produciendo en la compañía, en paralelo siempre al buen funcionamiento de los diarios que siguen manteniendo la tensión informativa y la credibilidad.
Todos estos movimientos y conversaciones entre socios parecen ser previos a la convocatoria de una junta general extraordinaria o incluso debido al cariz que están cogiendo los acontecimientos, al inicio de acciones legales contra Enrique Lucas. Pues a pesar de que la transformación en sociedad anónima se produjo en junio de 2022, no se ha constituido el Consejo de administración y Lucas es el administrador único.
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