Los ayuntamientos no dan puntada sin hilo. Los hay que colocan estatuas de difícil gusto, de imposible comprensión y que atacan directamente la estética, la plástica y la moderación. La Academia de Bellas Artes de San Fernando debería crear un catálogo para prohibir despropósitos. ¿Cómo puede una ciudad como Madrid pagar el alquiler de una escultura a Plensa? ¿No hay más? Los almacenes llenos de arte… y, las gordas de mi adorado Fernando Botero por el suelo…
Pero, lo más curioso es que en esta carrera por el despropósito y el mal gusto, el alcalde de Las Rozas de Madrid ha inaugurado en una de las plazas del municipio una escultura de jardín, como los enanos de Blancanieves, con la imagen de la Santa Teresa de Calcuta. Sabíamos del gusto del alcalde, José de la Uz por la escultura y la danza, y esto es un ejemplo. ¡Llenemos nuestras calles de arte! ¡Dejemos los enanos y demás advocaciones para los jardines de sus casas! Los ayuntamientos, al igual que el Estado son laicos, así lo dice nuestra denostada Constitución… Yo quiero una escultura de Pokemon…