Con motivo del 8M, Día Internacional de la Mujer, que se celebra este viernes desde PRNoticias hemos querido conocer de primera mano cuál es el rumbo que están tomando las organizaciones a nivel de diversidad e inclusión, dos palabras claves para alcanzar la igualdad de género en entornos laborales.
En concreto, hemos hablado con la experta en cambio y transformación, Cristina Salvador, quien fundó de Both People & Comms, A Newlink Company en 2000. como una consultoría y agencia de comunicación con foco en las personas, especializada en comunicación corporativa interna & externa, transformación cultural de las organizaciones, eventos & formación.
Desde esta consultora llevan 23 años apoyando empresas TOP en España, y desde 2022 forman parte de la consultora de comunicación estratégica Newlink, con sede en Miami y oficinas en España y diversos países de Latinoamérica. Una colaboración que a día de hoy permite a ambas compañías aumentar servicios y mercado en una red global, fortaleciendo así su liderazgo en cultura y transformación organizativa en España.
Como fundadora de Both People & Comms A Newlink Company, ¿cuál ha sido tu trayectoria?
Estudié ciencias de la comunicación, relaciones internacionales, digital Business en ISDI y numerosas formaciones y certificaciones en transformación cultural, cultura corporativa, inclusión, sostenibilidad… Me considero una aprendiz eterna. A nivel profesional, trabajé en medios de comunicación, muy joven pasé a ser directora de comunicación de la Fundación Internacional José Carreras y fundé Both People & Comms A Newlink Company a inicios del año 2000.
Desde tu puesto y tras una trayectoria tan amplia, ¿cómo define la diversidad?
La diversidad es la celebración y reconocimiento de que cada persona es única, compleja y siempre en evolución. Esta diversidad se debe poner en acción, para generar impacto y riqueza en las organizaciones a través de fomentar una cultura inclusiva real. Una cultura en que cada persona se sienta respetada, aceptada y en un entorno de seguridad psicológica en que pueda expresar su manera de ser.
Actualmente, ¿dirías que existe diversidad real en el mundo empresarial y en concreto, en el sector de la comunicación?
Las organizaciones todavía no representan el sentir de la sociedad. Vivimos en una sociedad multicultural, intergeneracional, con una evolución en la identidad y orientación de género y sexual… y todo ello todavía no tiene un espejo claro en las organizaciones donde todavía hay un claro techo de cristal, no sólo para la igualdad de género – ODS 5 – sino para múltiples expresiones de la riqueza de la humanidad que reciben muchas menos ofertas de trabajo como, por ejemplo, personas trans, migrantes, racializadas o profesionales senior por encima de los 50 años. Estamos haciendo un intenso camino y muchas organizaciones nos muestran día a día su profunda convicción de hacer progreso constante.
En este sentido, ¿podrías profundizar en cómo la diversidad es clave para alcanzar la igualdad de género?
Es importante entender qué es igualdad de género y empoderamiento femenino. Para mí, una definición óptima para comprender su amplitud es la siguiente: Es la promoción de la autoestima de las mujeres, la protección de su libre toma de decisiones, es la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, es la defensa de una cultura que no condicione por género, y el derecho de todas las personas a influir en el cambio social para una sociedad más equitativa. Claramente es una causa, no debe ser sólo una lucha de las mujeres. Necesitamos hombres y personas no binarias aliadas de la causa.
En tu caso concreto, ¿a qué dificultades te has tenido que enfrentar como mujer para llegar a dónde estás ahora?
Fui educada en una familia con una alta conciencia de inclusión, tuve mucha suerte en mi profesión (aunque aludir a la suerte es un síntoma del síndrome de la impostora) y no sentí en propia piel que tuviera – en general – un mayor hándicap por ser mujer. Sí que – como todas – he vivido micromachismos y entornos con media o alta misoginia. Mi manera de manejar estas situaciones es desde el no juicio y la invitación a evolucionar. Si juzgamos a las personas que no abrazan la inclusión, no las dejamos evolucionar. Tenemos que ser didácticas y perseverantes e invitar con una sonrisa a una causa común.
¿Qué retos dirías que enfrentamos a nivel de inclusión en el sector de la comunicación y el marketing?
En comunicación y marketing, igual que en la cultura corporativa de las empresas, hay un gran reto en la narrativa. Las palabras crean realidades y falta todavía mucho camino por recorrer para dar con la tecla de un lenguaje igualitario que, a su vez, sea orgánico, no forzado. A su vez, también la comunicación tiene un alto reto de visibilizar referentes en inclusión para animar a nuevas vocaciones.
A pesar de estos retos, ¿crees que estamos en el camino correcto para conseguir una igualdad real entre hombres y mujeres?
Soy siempre positiva y creo que hemos avanzado mucho. A su vez, tenemos algunos indicadores hoy en día que me preocupan y a los que debemos prestar mucha atención. Por destacar algunos de ellos, hablaría de la incluso regresión de la presencia de mujeres en carreras STEAM, el gap creciente en la orientación política entre chicos y chicas, y la cosificación de la mujer en redes sociales y lo que ello afecta en la creación de la identidad en chicas adolescentes. La inclusión es un camino que no podemos descuidar, queda todavía mucho por hacer.
Y, para acabar, ¿qué mensaje mandarías a hombres y a mujeres para seguir promoviendo la diversidad y la igualdad laboral?
Les diría que vivir en un mundo equitativo en que todas las personas se sientan respetadas es un beneficio para todas y todos. A nadie le sirve vivir en un ambiente de exclusión – aunque de manera engañada se sienta favorecido. Yo siempre digo que el empoderamiento femenino no es un pastel. Que una mujer aumente su conciencia de empoderamiento no le quita poder a un hombre. El poder es fluido, se distribuye y todas las personas crecen si sienten que el género no las condiciona.
Además, para finalizar me fijaría en la última generación, la generación Alfa, de niños y niñas nacidos a partir de 2010 que necesitamos que crezcan en un contexto familiar y educativo inclusivo. Y en este sentido animaría a todas las familias (diversas y ricas) que eduquen en inclusión.
Seguiremos informando…
