Con el arranque del año las empresas del sector farma tuvieron por delante un gran desafío desde el punto de vista estructural y de comunicación: actualizar sus manuales de gestión de crisis con los nuevos escenarios de riesgo y los aprendizajes que nos ha dejado la pandemia mundial.
Pero, a este desafío durante los primeros meses del año se le han sumado muchos otros que afectan de forma directa a las estrategias de comunicación desarrolladas por este sector. En concreto, las compañías han tenido que enfocarse en construir una narrativa responsable, ética, confiable que blinde la reputación de un sector, el farmacéutico, cuyo valor debería estar fuera de toda duda en cualquier sociedad moderna.
Ahora, la realidad es que, en plena era de transformación y cambios, sólo las compañías entrenadas para dar el salto a la élite de la esfera mediática, van poder ejercer una influencia responsable en un entorno en el que la desinformación, ideología y el sesgo van a constituir retos en la puesta en marcha de cualquier estrategia que persiga posicionar a una compañía farmacéutica como una figura de valor dentro de la sociedad.
Así, en este sentido, será necesario el correspondiente mapa de medios y redes sociales para comunicar la postura oficial de la empresa, minimizar los posibles daños reputacionales y salvaguardar la confianza de los ciudadanos respecto a sus servicios.. En este punto, también es esencial la elección del portavoz, sus habilidades de comunicación y las claves que debe tener en cuenta para transmitir los mensajes con eficacia a los diferentes públicos.
La importancia de entender el valor de los medios
La comunicación del sector farmacéutico vive un proceso de cambio constante marcado por una evolución tecnológica cuyo ritmo es cada vez más vertiginoso. Y es que, actualmente, sus responsables están viendo cómo la inteligencia artificial generativa supone una auténtica revolución en cuanto a la personalización del contenido. Cambios, gracias a los cuales, las compañías y los medios de comunicación pueden ahora segmentar y dirigirse a su audiencia con un nivel de precisión sin precedentes, lo que aumenta la relevancia y eficacia de los mensajes.
Por tanto, se puede afirmar como, la IA y su inclusión en los procesos de comunicación de la industria farmacéutica, de las agencias de comunicación, y de los medios será una de las tendencias de 2024, pero no la única. Las fronteras entre lo digital y lo físico son cada vez más borrosas gracias, entre otras cosas, a la realidad virtual. De ahí que lo ‘phygital’ vaya ganando terreno a la hora de generar experiencias de comunicación más inmersivas, que garantizan una conexión más emocional con las personas.
Es decir, uno de los grandes desafios de este sector es entender, vencer las dificultades y aprovechar las oportunidades que brindan todas las herramientas digitales que van surgiendo y que van a acabar constituyendo la base de las relaciones entre las compañías y la sociedad. Eso sí, la industria debe ser consciente de que estos retos sólo podrán sustentarse en profesionales de la comunicación que entiendan el sector, su marco regulatorio y que sepan relacionarse con todos sus agentes.
En definitiva, la importancia de entender el valor de los medios de comunicación y las nuevas plataformas como aliados claves para el ejercicio de transferencia de conocimiento, es la base para este nuevo mapa estratégico cuyo objetivo final debe ser para todo el sector, el blindaje reputacional clave para su supervivencia en una sociedad cambiante.
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