Terremoto de alta intensidad en Radio Televisión Española. La presidenta interina Elena Sánchez está contra las cuerdas tras varias semanas de enfrentamientos con los directivos y miembros del Consejo de administración.
Su gestión está más en entredicho que nunca y hay quienes ya se atreven a pedir su dimisión en los pasillos de la corporación pública. Este martes está prevista una reunión donde se abordarán varios temas pendientes, entre ellos la incorporación de David Broncano para llevar La Resistencia a La 1.
El ambiente, previsiblemente, será uno de los más broncos de los últimos meses, pues Elena Sánchez tampoco cuenta con el apoyo de Moncloa, que ha perdido la confianza en la periodista.
Fuentes de la corporación aseguran que la presidenta ha establecido un gobierno paralelo al de la directiva, donde Verónica Ollé, directora del gabinete de presidencia, juega un papel fundamental, pues ambas toman decisiones antes de llevarlas al Consejo. Solo así se entiende que la plana mayor del ente les diera plantón en una reunión convocada por la propia presidenta.
La contratación de Broncano provoca la última bronca
La decisión de tumbar la contratación de David Broncano sentó especialmente mal a la parte del Consejo que gasta ahora la secunda. También a los directivos más afines a Moncloa, como es el caso de José Pablo López, director Contenidos del ente y principal responsable de esta operación.
La sensación en la zona noble de Torrespaña es que Elena Sánchez ha ido perdiendo apoyos conforme transcurrían los meses. No obstante, su mandato, marcado por la interinidad, hacía augurar que estaría marcado por la inestabilidad, como ya ocurrió cuando Rosa María Mateo fue presidenta.
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