Quienes conocen a Pablo Iglesias aseguran que su vocación profesional siempre fue la comunicación. Más allá de sus ambiciones políticas, el que fuera líder de Podemos siempre ha soñado con tener su propio púlpito mediático para ejercer influencia sobre las masas. De ahí que hace un año montara Canal Red, un pódcast diario desde donde repasa la actualidad política de nuestro país en clave “morada”.
Sin embargo, su “carrera” mediática se remonta bastantes años atrás. Pablo Iglesias hizo sus primeros pinitos en La Tuerka. En 2010 comenzó a dirigir este programa de tertulia orientado a la política que por entonces realizaba la productora Con Mano Izquierda en Tele K y más tarde en Canal 33. Durante aquella época, el ex vicepresidente del Gobierno salía a la calle a entrevistar a los ciudadanos.
En 2012 comenzó a colaborar con Público y sólo un año más tarde aparece por primera vez en La Sexta Columna, dando así el salto a la televisión nacional. Su ascenso -que podríamos calificar de meteórico- llega en un momento clave en la historia reciente de nuestro país. Son los primeros años de Rajoy como líder del Ejecutivo y la izquierda está debilitada y Pablo Iglesias ve la oportunidad para construir una alternativa al PSOE: Podemos.
Entre tanto, en enero de 2013 comienza a presentar Fort Apache, un programa emitido por el canal público iraní Hispan TV y dirigido al mundo hispanohablante. Desde entonces, sus presuntas -y nunca probadas- vinculaciones con el régimen del país del golfo pérsico le han perseguido.
En aquellos años también acude en varias ocasiones a El gato al agua, programa de la Intereconomía de Julio Ariza. A partir de entonces comienza a colaborar más asiduamente con laSexta o Cuatro, donde forma parte de los colaboradores habituales de las mañanas de Jesús Cintora. Poco después fundaría Podemos, materializando así su salto a la política como líder de los indignados del 15-M.
El Ágora de la SER
Tras su breve pero intensa carrera política, Pablo Iglesias decidió tomarse un descanso para centrarse en su familia y sus futuros proyectos personales. Su etapa como vicepresidente del Gobierno, como ha reconocido él mismo, acabó pasándole factura y decidió aislarse durante un tiempo de la esfera política.
Unos meses después, la Cadena SER le ficha para colaborar en El Ágora de Hora 25, un espacio de debate dentro del programa conducido por Aimar Bretos. Durante casi dos años compartió estudio con Carmen Calvo, también ex vicepresidenta del Gobierno durante la primera legislatura de Pedro Sánchez, y con el ex ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
La aventura, aunque no fue especialmente extensa, sí que le sirvió como aliciente para fundar su propio pódcast político. Las constantes broncas con García-Margallo y, sobre todo, con Carmen Calvo, provocaron que la SER optara por cancelar el espacio. Durante esta etapa, Pablo Iglesias también conduce La Base, un pódcast de Público que más tarde se integraría en su propio proyecto audiovisual.
Canal Red, su “sello personal“
Entre tanto, y compaginando su colaboración con la SER, Pablo Iglesias fundó Canal Red; una suerte de pódcast televisado que busca retener a los pocos convencidos que aún quedan en Podemos. Desde su creación, en marzo del año pasado, han sido muchos los que se han bajado del barco, entre ellos, históricos de la formación morada como Juan Carlos Monedero.
Su poder dentro de Canal Red es total. Su imparcialidad le ha costado tener que escuchar críticas por parte de sectores de la izquierda que no comulgan plenamente con los postulados de Podemos, especialmente desde Sumar. Aquí la disidencia se paga cara. Bien lo sabe Sergio Gregori, que fue cesado como presentador de El Tablero por sus discrepancias con Iglesias.
Nueva aventura en TVE
Su última aventura mediática llega de la mano de Televisión Española, que ha decidido contratarle como tertuliano de Mañaneros. El programa conducido por Jaime Cantizano tendrá a Pablo Iglesias como analista político, en lo que supone su vuelta a la televisión nacional tras colaborar con otras cadenas como laSexta o Cuatro.
Tras más de una década recorriendo platós de televisión y estudios de radio, a Pablo Iglesias le llega la oportunidad de contar con un altavoz desde la televisión pública. Una operación clave para Podemos, herido de muerte tras la salida de sus dos ministras del Ejecutivo.
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