En la actualidad, podemos observar un hábito compulsivo y descontrolado de usar productos cosméticos por parte de niñas y adolescentes. Conocida como cosmeticorexia, esta obsesión “puede representar un riesgo para la salud de la piel”, tal y como indica Jerónimo Ors, farmacéutico especialista en salud y belleza de la piel y director de la firma de cosméticos Paquita Ors.
El especialista destaca que cada tipo de piel y situación requiere un enfoque particular en su tratamiento. Sin embargo, en la etapa de la adolescencia temprana y durante la infancia, estos tratamientos suelen ser innecesarios. “Por debajo de los 18 años es raro que la piel necesite un mantenimiento continuo. Las excepciones son: las pieles con tendencia a acné, una mala tendencia que hay que controlar cuanto antes, y las pieles atópicas que, por su extraordinaria sensibilidad necesitan productos calmantes”, señala Jerónimo Ors.
Además, “puede ocurrir que durante el invierno los adolescentes noten sequedad o tirantez en el rostro” es entonces cuando el especialista considera interesante que los jóvenes y niños utilicen una crema probiótica hidratante que mejore la calidad y la hidratación de la piel si esta es excesivamente seca.
Consecuencias de la cosmeticorexia en niñas y adolescentes
Claramente existe una tendencia global a que aumente el consumo de productos cosméticos, porque a todos los niveles el cuidado de la piel es una prioridad como también lo puede ser el control de la dieta o el ejercicio. “Los productos más fáciles por la aplicación y por el precio son los maquillajes y barras de labios, y después se van entrando en la cosmética de tratamiento. A las niñas de 8/10 años ya les hace ilusión que les regalen una barra de labios o un colorete”, afirma el farmacéutico.
Jerónimo Ors hace hincapié en que “el uso de productos inadecuados en niños y adolescentes, como es el caso del retinol, aceleran la piel y la pueden descamar o dar lugar a dermatitis“, y explica que forzar el ritmo de renovación de la piel puede tener consecuencias importantes, “al igual que, por ejemplo, el excesivo consumo de bebidas estimulantes las tiene para el sistema nervioso en las edades tempranas”.
En cuanto a los maquillajes, el especialista señala que actualmente son productos seguros. “Sin embargo, no les beneficia, por lo que no veo conveniente maquillarse de forma regular a edades tan tempranas, y más considerando la tendencia al acné que suele manifestarse. Les aconsejaría que lo utilizasen solo de forma excepcional y que hicieran uso de maquillajes poco cubrientes”, puntualiza.
Además, Ors pone como centro del problema el consumo temprano e indiscriminado de cosméticos en pieles demasiado sensibles o con tendencia al acné. “Si nos encontramos con una piel grasa y con tendencia a granitos, y la joven o el joven se maquilla de forma cotidiana y de forma contundente, el acné no hará más que empeorar, y seguramente se hará más crónico y será mucho más complicado de curar”, explica el farmacéutico.
El papel de las redes sociales
Las redes sociales nos han brindado numerosos beneficios al permitirnos compartir ideas, opiniones, estilos de vida y consejos. Sin embargo, también representan un peligro al ser utilizadas como herramientas para difundir información errónea y generar confusión. En línea con el papel de las redes sociales en la tendencia al alza de la cosmeticorexia, Jerónimo Ors asegura que “este riesgo se agrava especialmente cuando se trata de niños y adolescentes, quienes carecen de la madurez, experiencia y conocimiento necesario para discernir la veracidad de lo que encuentran por esta vía”.
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