En la Tierra a lunes, noviembre 18, 2024

ESTADOS UNIDOS ESTÁ A LA CABEZA

IA y geopolítica: ¿Está preparada Europa para gestionar su impacto?

ALBERT BORRÁS, CODIRECTOR DE CASSINI SPAIN, HABLA PARA PRNOTICIAS

“La IA ha llegado para quedarse y modificará las relaciones que tenemos con la información. Si antiguamente la imprenta facilitó la difusión de nuevas ideas rompiendo el monopolio del saber de la Iglesia en Europa con la Reforma protestante, la IA romperá también con las anteriores lógicas informativas, mucho más jerarquizadas a través de instituciones de conocimiento y de información (academia, medios de comunicación). Los límites los vamos a encontrar en los derechos fundamentales”

La Inteligencia Artificial (IA) en la geopolítica está teniendo un impacto sin precedentes. Mientras las potencias mundiales compiten por liderar su desarrollo, otros países están en desventaja, tanto más en inversión que en regulación, sin ir muy lejos, Europa. Así el escenario, se hace imperante echar un vistazo a esta realidad que, parece ajena, pero nos afecta directamente: ¿Quiénes están a la vanguardia? ¿De qué tamaño es el desafío para el resto?

Para desarrollar este tema, desde PRNoticias consultamos a Albert Borrás, codirector de Cassini Spain, una Start Up incubada en el Parque Científico y Tecnológico de la Universidad Carlos III de Madrid cuya misión consiste en realizar estudios en profundidad de cualquier problemática territorial o riesgo geopolítico mediante el uso de herramientas de análisis avanzadas.

“La revolución digital ha constituido la adopción masiva de tecnologías de información e interconexión mundial de sistemas de información y de comunicación, conllevando una transformación profunda de prácticas sociales, económicas y políticas de las sociedades, con una incidencia mayor que la escritura o la imprenta. Además, con el despliegue masivo de la IA, esta transformación se verá agudizada al extremo con una celeridad de cambios tecnológicos nunca vistos en la humanidad. Con ello llegan otros tipos de conflictos y desafíos geopolíticos”, nos adelanta.

¿Qué relación hay entre la IA y la geopolítica?

Los nuevos escenarios con una exponencial velocidad de cambio tecnológico gracias a la IA necesitarán de una atención y supervisión acuciosa, también en el ámbito político. La disputa por el liderazgo en el desarrollo de tecnologías de IA es uno de los puntos claves para las grandes potencias mundiales, aunque debería serlo para todos los estados. Tener capacidades propias en IA implicará a partir de ahora mantener soberanía territorial y desarrollo social y económico libre de interferencias. La IA tiene el riesgo evidente de uso malicioso y uno de estos puntos es la desinformación o guerra informativa, que hará crecer exponencialmente las capacidades narrativas o contranarrativas con fines políticos, aunque también aumentarán en número y sofisticación el conjunto de ciberataques.

¿Qué países compiten actualmente por desarrollar y liderar este espacio?

Como sucede con las plataformas de redes como Google, Microsoft, Baidu, WeChat, etc., la inversión en el desarrollo de la IA se encuentra fuertemente focalizada en Estados Unidos, particularmente en Silicon Valley, así como las principales empresas (Microsoft, Meta, Nvidia, Apple, Amazon, etc.), y buena parte de las startups más prometedoras del mundo en IA, ampliamente financiadas por el gobierno americano (por ejemplo, OpenAI o Infection AI). Por su parte, Europa parece despertar de su retraso, aunque es realmente el gigante asiático, China, quien concentra el mayor potencial de crecimiento y desarrollo de IA detrás de los Estados Unidos. Esta concentración de desarrollo tecnológico tiene fuertes consecuencias en el plano geopolítico global como de escala doméstica estatal. La aparición de la IA no puede quedar en las manos de pocos países a riesgo de perder el control, por ejemplo, de los datos generados por sus ciudadanos en redes sociales. El bloqueo de TikTok en EE. UU. es un ejemplo claro de visión geopolítica con el fin de evitar capacidades de influencia china en EE. UU. como la obtención de datos de los usuarios o la difusión de contenidos determinados.

¿Y qué países están en desventaja?

La Unión Europea ha propuesto una primera regulación pionera, aunque la inversión en desarrollo de IA está lejos de ser equiparable a la de los Estados Unidos. En consecuencia, esto pone en clara desventaja a Europa frente a las empresas americanas. Cuando estas empresas como Chat GPT se despliegan de manera masiva pueden ocupar un espacio monopolístico sobre la IA generativa y eso lleva consigo una capacidad de influencia y absorción de datos de los ciudadanos. Todo ello le otorga también un protagonismo desmesurado a determinadas empresas que no siempre responden a los mismos intereses de los estados donde mantienen sus sedes.

¿Qué impacto tiene y tendrá la IA en temas de seguridad y defensa?

En un contexto de guerras híbridas la IA toma una relevancia fundamental, tanto en el campo de batalla convencional como en los aspectos vinculados a la guerra informativa persiguiendo la desestabilización interna de países. Hemos podido apreciar cómo en contextos bélicos como el de Gaza se están usando complejos sistemas de IA, Lavender por ejemplo. Los algoritmos buscan establecer patrones a través del análisis de multitud de datos obtenidos de distintas fuentes (sensores, redes, etc.) y al mismo momento establecer distintos niveles de objetivos y de actuación en consecuencia. Esto mantiene implicaciones éticas evidentes y muestra hasta qué punto la IA transformará nuestra relación con el conocimiento. Queramos o no, cada vez dejaremos en manos de la IA encontrar determinadas soluciones a problemas los cuales somos incapaces de encontrar como humanos. Las IA funcionan con lógicas diferentes a los humanos y con capacidades diferenciadas. Todo ello nos debe llevar a repensar los límites de la aportación de la IA y cuáles son los riesgos de ceder una parte de nuestras decisiones a esta tecnología. La normativa europea va en la línea de regular estos riesgos fundamentales y ello debe permitir proteger a los usuarios de un potencial uso malicioso. Por ejemplo, en términos de seguridad, se prohíbe el uso biométrico en tiempo real, aunque por otra parte, se permitirá el uso para evitar amenazas extremas.

¿Y qué impacto tiene y tendrá para las empresas, sobre todo, en temas de ciberseguridad?

Como he comentado anteriormente, el volumen de ataques y la intensidad de los mismos se verán incrementados. A pesar de ello, debemos desarrollar herramientas con IA para la detección de ciberataques como campañas de desinformación para la desestabilización de los sistemas democráticos, el hackeo de instituciones o empresas para la sustracción de datos o para romper con su normal funcionamiento.

En asuntos económicos, ¿qué papel juega la IA en las relaciones comerciales entre países?

La productividad, la búsqueda de nuevas soluciones, la velocidad de las operaciones con su automatización y optimización de procesos… Las tecnologías de la IA hace tiempo que están siendo usadas para las transacciones comerciales como es el caso del Trading de Alta Frecuencia, la mejora de procesos logísticos así como en la mayoría de casos en la mejora de la toma de decisiones con la recopilación masiva de datos y de su tratamiento.

¿Qué pasaría si llegase a fallar esta tecnología?

Cuando la globalización en términos tecnológicos y comerciales se desarrolla, cualquier ataque o fallo a la tecnología que sustenta la configuración de la globalización, tendrá graves consecuencias. Por ejemplo, el Trading de Alta Frecuencia y el uso de la IA para potenciar las transacciones o operaciones bancarias pueden tener diferentes lecturas en función de la IA utilizada, sus algoritmos, los datos utilizados y todo ello atendiendo a la realidad de que cada actor económico mantiene sus propios intereses. Cualquier fallo vinculado a las transacciones como un mal algoritmo, un dato falso o una interpretación segada de los mismos datos puede crear un efecto adverso y la velocidad de las mismas complica la evaluación de estos problemas y riesgos.

Política e Inteligencia Artificial, ¿dónde están los límites?

La IA ha llegado para quedarse y modificará las relaciones que tenemos con la información. Si antiguamente la imprenta facilitó la difusión de nuevas ideas rompiendo el monopolio del saber de la Iglesia en Europa con la Reforma protestante, la IA romperá también con las anteriores lógicas informativas, mucho más jerarquizadas a través de instituciones de conocimiento y de información (academia, medios de comunicación). Los límites por lo tanto los vamos a encontrar en los derechos fundamentales como la libertad de expresión, la libertad de prensa, teniendo en cuenta que no pueden permitir el flujo malicioso de desinformación, ya sean campañas autóctonas o campañas internacionales. Este punto es tremendamente complejo porque cruza con estos derechos mencionados y es altamente complicado no pisotear derechos y al mismo momento proteger a la población de un uso malicioso de la IA en términos de guerra informativa y en un marco de guerras cada vez más híbridas y zonas grises.

IA y geopolítica, ¿qué desafíos plantea en el futuro inmediato?

Los desafíos principales son diferentes. Por un lado, creo que hay que reforzar la educación y la formación en IA para que esta pueda ser accesible al máximo número de personas y que puedan beneficiarse de su uso como el aumento de la productividad. Desde una perspectiva de soberanía digital, resulta fundamental el desarrollo de plataformas de redes propias y evitar depender tecnológicamente de Estados Unidos o de China, quienes están desarrollando con mayor fuerza esta tecnología. En periodos de preocupación de la autonomía estratégica europea, resulta fundamental el actual despliegue de la normativa sobre la IA, aunque no podemos olvidar de centrarnos en los aspectos de las oportunidades y sentar cátedra del uso “benéfico” de la IA.

¿En qué punto está la regulación?

Educar sobre cómo y para qué utilizar la IA debería de ser tan importante como su regulación y actualmente estamos cojos en este aspecto. Los intereses de cada actor pueden diferir enormemente, así una empresa como OpenAI puede tener una perspectiva diferenciada a un regulador o un estado. Resulta fundamental establecer marcos regulatorios y visión conjunta, promoviendo al mismo momento el desarrollo de IA “autóctona” para evitar esa pérdida de control de tu población con la cesión de datos dejándola susceptible a influencias extranjeras. En definitiva, los geopolitólogos geógrafos solemos hacer paralelismos con fenómenos naturales. La IA será un tsunami, aunque a diferencia de los tsunamis naturales, que son grandes masas de agua movilizadas por el movimiento de las placas y que pueden acarrear grabes destrozos, el tsunami de la IA modificará gran parte de las relaciones sociales, económicas y políticas del globo y una atención especial será necesaria.

Seguiremos Informando…

Respira y disfruta:

El término “inteligencia artificial” (artificial intelillence) fue acuñado por John McCarthy en 1956 durante la Conferencia de Dartmouth, un evento histórico que reunió a algunos de los mejores científicos de la época para discutir la posibilidad de crear una máquina que pudiera pensar como un ser humano. Sin embargo, los conceptos e ideas que estaban detrás de la inteligencia artificial se remontan a mucho antes…

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