La salud mental tiene un impacto significativo en el rendimiento, satisfacción y motivación de los trabajadores, siendo la principal causa del absentismo laboral en España, que representa el 51% de las bajas. Un estudio de la Asociación de Directores de Recursos Humanos (AEDRH) revela que los trastornos mentales más comunes son la ansiedad y la depresión, afectando a millones de personas. Factores como la falta de tiempo para relaciones sociales, la hiperconexión y la incertidumbre social contribuyen a estos problemas, siendo las mujeres y los jóvenes los más afectados.
El aumento del absentismo laboral ha sido notable en los últimos años, superando a otras dolencias como las musculoesqueléticas. Este fenómeno afecta no solo a la salud de los empleados, sino también a la productividad y el clima laboral de las empresas, con un impacto del 86% en productividad y del 63% en el ambiente de trabajo. Además, el coste económico del absentismo se ha elevado a más de 60.000 millones de euros en 2023, con un incremento en las tasas de absentismo desde la pandemia.
Las pequeñas y medianas empresas son las más afectadas, con una tasa de absentismo del 9% en organizaciones de menos de 100 empleados. Ante esta situación, más del 67% de las empresas han implementado políticas para reducir el absentismo, y más del 40% ha puesto en marcha programas de formación para mandos intermedios, quienes juegan un papel crucial en la gestión del personal.
Beneficios bidireccionales
Las empresas están adoptando medidas para mejorar la calidad de vida de sus trabajadores, como el aumento del teletrabajo y la flexibilidad laboral. También están implementando recursos para cuidar la salud mental, incluyendo servicios de psicología, evaluaciones emocionales y técnicas de gestión del estrés. Estas iniciativas son esenciales para fomentar un ambiente laboral positivo y mejorar la reputación de las empresas.
Una salud mental positiva no solo beneficia a los empleados, sino que también impulsa la productividad, creatividad y resiliencia en el trabajo. Sin embargo, es fundamental abordar esta problemática de manera integral, involucrando a todos los actores relevantes, como empresas, sindicatos, sistemas sanitarios y organizaciones sociales.
La colaboración entre estos agentes es clave para mitigar el impacto del absentismo laboral y promover un entorno de trabajo saludable. Al unir esfuerzos y recursos, se puede crear un ambiente que favorezca el bienestar mental de los trabajadores, lo que a su vez beneficiará a las propias empresas.
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