Cinco líneas de vallas de seguridad rodean la Casa Blanca y los edificios aledaños, y otras tantas el Capitolio, a menos de 48 horas de la celebración de las elecciones presidenciales este 5 de noviembre. Washington se blinda ante la posibilidad de que se repitan los hechos del 6 de enero de 2021, cuando los seguidores de Donald Trump asaltaron el Capitolio con la intención de anular los resultados de las elecciones del 2020, que daban como ganador a Joe Biden.
El estrecho margen que hay entre la candidata demócrata, Kamala Harris, y el republicano, Donald Trump, hace posible cualquier escenario, aunado a las dudas que ya ha lanzado Trump desde Pensilvania sobre la credibilidad del proceso. La última encuesta nacional de NBC News del pasado 2 de noviembre revela una contienda muy reñida, en la que ambos candidatos tendrían el apoyo respectivo del 49% de los votantes, dejando a un 2% de indecisos la responsabilidad de desempatar el final de fotografía que decidirá quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.
Este domingo 3 de noviembre, operarios martillaban las vallas de hierro que ya rodean todo el perímetro del edificio de Oficinas Ejecutivas Eisenhower, adjunto a la Casa Blanca, blindada también esta semana, apenas visible desde su parte posterior, donde cientos de curiosos se fotografían, expectantes ante la posibilidad de que tengan que activarse los protocolos de seguridad este 5 de noviembre, y días posteriores.
El color de los souvenirs
Los tarantines de souvenirs con la cara de Kamala Harris y Donald Trump resaltan entre las vallas, los policías y los curiosos que rodean la Casa Blanca. Camisetas con el rostro ensangrentado de Trump que rezan “Fight… Fight… Fight…”, y otras con la mirada angelical de Kamala junto a la frase “She can do it”, son la nota de color del recorrido.
Estos souvenirs son el fiel reflejo de una campaña republicana marcada por el simbolismo de un Trump valiente que sobrevive a repetidos intentos de asesinato, y de una demócrata que representa la esperanza y el entusiasmo de un Obama que le entrega su eslogan para que emule su éxito. Los souvenirs son más para los turistas que para los locales, pero los mensajes van directo a los votantes.
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