Telecinco estrena esta noche su gran baza para este arranque de año. Blanca Romero (Gijón, 1976) se pone al frente de un programa de televisión por primera vez. Y no de uno cualquiera. Producido por Shine Iberia (MasterChef), este nuevo talent culinario promete espectáculo y tensión a la vez que grandes dosis de disfrute.
Blanca Romero estará acompañada por los reputados chefs Francis Paniego, Rakel Cernicharo y Marcos Morán con la doble función de jueces y mentores de los concursantes. Cada uno liderará un equipo heterogéneo de cocineros elegidos entre los influencers foodies, chefs profesionales y cocineros amateurs que acuden para demostrar que pueden convertirse en el próximo chef revelación de España y llevarse el premio de 100.000 euros reservado para el ganador.
¿Por qué tenías dudas de este proyecto cuando te llegó la propuesta?
Porque, aunque no lo creas, yo dudo muchísimo, hasta que tomo la decisión dudo muchísimo. Para mí es una gran responsabilidad tener influencia sobre las personas. Entonces esto no deja de ser una ventana a un país. Es distinta manera de hacer cultura, que es a lo que estoy acostumbrada yo.
Es un formato nuevo para mí, un tono nuevo, todo nuevo. Entonces es un cambio de registro muy grande. El cine es otro mundo, es totalmente distinto. Entonces no sabía si realmente estaba preparada para tener otra cintura y tratar de otra manera los temas y las cosas.
Y no por miedo a presentar, porque al final para mí yo creo que… Yo, que cambié tantas veces de registro y tan pronto te compongo una sinfonía, como te hago una peli, como te hago una serie, como te… Como desfilo.
¿Qué aprendizaje sacas de esta experiencia? ¿Te ha gustado hacer de presentadora?
Es una maravilla. Me gusta comunicar, vocalizo bien. Hay presencia, no tengo una voz que moleste, porque a mí la voz de los niños, los pitidos o voces así estridentes, creo que a mí me molestan un montón. Yo que tengo odio absoluto.
Entonces pensé, bueno, pues hay hueco. Yo creo que lo puedo hacer bien a ver si me gusta. Estuve más a gusto que nunca. No sentí que trabajara para nada. O sea, que te has visto luego y han dicho… No me vi, no me vi, no vi nada.
Pero cuando estás a gusto y estás bien, lo único malo es el frío. Pero bueno, en foto no se ve el frío. Ahí hacía mucho frío. Odio el frío. Dejé la moda para no pasar frío. Y aquí podría pasar frío, ¿entiendes? No encuentro la profesión ni el registro en el que no tenga que pasar frío.
Y eso es lo único que a mí me molestó. Que quizá esté un poco peor en algún capítulo o un programa, que tenga más frío, y en otro que esté más abrigada, esté mejor. Pero bueno, todo eso, como siempre, igual puedo, si hay segunda temporada, puedo pedir que me abriguen un poco más.
¿Cuáles fueron tus sensaciones el primer día que saliste de la grabación?
Volví a pasar frío. Sí, el primer día no fue… Yo creo que voy a ir in crescendo. Porque eso pensé, joder, otra vez volver a pasar frío, tía, con casi 50 años, ¿en serio?. No tuve la suerte de que me retirase nadie bien y tengo que seguir aquí pasando frío. Pues me jode, o sea, salí bajada. Salí con bajón.
Que no haya como una parte de decir, lo habré hecho bien… Influye mucho que tú estés a gusto. Entonces el frío limita mucho a la hora de interpretar. Y hay gente que busca eso. Para mí no es pasar frío ahí, lo haré… No, a mí me influyen mucho las cosas esas externas. Soy pesada, tengo yo esas cosas, esas taras.
Pero por lo demás, me sentí súper a gusto y súper bien. Con los concursantes que también no sabía cómo moderar y tratar con gente tan distinta, ¿sabes? Pensé, uf, igual no… O si no eres afín con uno… No, me fue… Lo llevé bien, ¿sabes? Lo separé muy bien, muy bien, muy bien. O sea, con los concursantes, genial.
¿Crees que puede ser un inicio para explotar tu faceta de presentadora?
Yo sería feliz rodando cuatro ediciones de Next Level Chef el año que viene, porque en tres semanas te haces un programa. Eso es un lujo. O sea, en una serie estás seis meses, en otra estás tres meses… que en tres semanas tengas diez programas de televisión hechos, a mí me parece brutal.
¿Y no fue difícil para ti ser imparcial al pasar de los fogones a presentar este nuevo programa? (Anteriormente fue concursante de MasterChef Celebrity)
Sí, yo estaba muy, muy a favor, como muy mamá con los concursantes, por lo que son muy vulnerables, y viéndolo desde ese sitio, desde donde lo están pasando tan mal, que se juegan tanto, que estás ahí tan… que estás como la desesperada, que haces cosas que no harías, que tal, pues se pasa mal por ellos.
Y entonces no pude ser… Me negué a ser mala. Yo creo que como presentadora hay que ser siempre buena, hay que comprender como al personaje, hay que comprender, hay que entender. Si haces de asesino, no vas a odiar al asesino, porque al asesino hay que matar, y tú eres él y tienes que defenderse al personaje. Entonces de la misma manera defendí a los concursantes. A todos.
¿Has tenido una preparación parecida a la de un personaje para instaurarte en el papel de Blanca, la presentadora? ¿Te lo has trabajado de la misma forma o has tenido alguna ayuda?
Mira, pues como soy autodidacta, dirás… O sea, si te explicara los momentos en los que yo de repente quito toda la inseguridad y estoy totalmente… Cómo juego yo con mi cabeza con cara a retos así, tanto a personajes como tal, me daríais por loca.
Obviamente ya sé que me dan por loca, pero sería ya igual… O sea, entonces no te lo voy a decir, pero sí hubo un momento en el que decía no sé cómo, me da ansiedad, boca seca, no sé qué hacer, y de repente hubo una noticia que leí de casualidad en el teléfono que me afectó bastante y me agarré ahí y luego seguí durante todo el programa siguiendo esa senda de inspiración en la que no tiene nada que ver con lo que está pasando aquí ni lo que está pasando allí.
Es una cosa que a mí me inspira y fue con lo que me inspiré para decir con seguridad a cámara lo que tengo que decir y que no haya nada ni nadie. ¿Sabes? Desde ahí conseguí la firmeza para expresar, dar fuerza y convicción.
Y bueno, pues tiene que ver con un oso, con un oso blanco polar. Y a partir de ahí ya voló mi imaginación y disfruté muchísimo creativamente, incluso de presentadora sentí… Porque era difícil llenar un plato tan grande. Yo me inspiré en Pepe (Rodríguez) mucho. Mucho cuando hago así esas espadillas y tal, que es como… Me inspiré y se lo dije.
Le dije que sepas que eres mi inspiración a la hora de hacer esto y mi maestro, que te admiro muchísimo y pues me inspiré en él. Y luego sí quería tener desde el principio… A mí me gustan esas presentadoras que van a la tele como cero cotillas, súper serias, gente de la que te fías. ¿No? Tener esa fiabilidad…
¿Cuál ha sido el principal reto al que has tenido que que enfrentarte?
Pues mira, cuando un monólogo, un guión es malo, es un reto muy jodido. Porque decir una frase que está mal escrita o que no tiene, no hay mensaje, no hay nada, decir una frase de estas banales, mal hecha, es súper jodido como persona, como actor, como todo. O sea, es muy difícil.
Cuando las cosas están bien hechas salen solas. Por eso tengo plena confianza en esto, porque para mí fue tan fácil que pensé, joder, es que esto debe de molar mucho. No vi nada, ¿eh? Que igual no es como yo lo viví cuando lo vea, porque a veces ruedas una peli y la ves y dices, pero esto no era así.
Cortan una escena importante que cuenta todo y no tal, no sé lo que va a salir. Pero el reto es decir una frase muy mala, que suene bien, que suene natural y que la digas a gusto. Decirla lo más espontánea y lo más real posible.
Seguiremos Informando…
