La noticia de que el Ejecutivo ha nombrado al diplomático Santiago Jiménez como embajador en la Colombia de Gustavo Petro ha desatado los recuerdos en RTVE, aunque a priori pudiera parecer que ambas cuestiones no están relacionadas. Sin embargo, sucede todo lo contrario. Y es que Jiménez fue considerado una pieza clave en el desembarco de Podemos en la Corporación.
El interés de Pablo Iglesias y el partido morado por hacerse con parcelas de influencia dentro de la Corporación no es nuevo. De hecho, hace ya más de una década que Podemos dejó clara su intención de meter mano en RTVE. Asimismo, en numerosas ocasiones Iglesias -antes, en su papel institucional al frente de la formación morada, y ahora como gurú en la sombra del mismo- también mostró su gusto por el control de medios y su papel en la agenda política.
Hasta ahora, y fuera del proyecto de Canal Red, RTVE ha sido el escenario en el que Podemos ha podido meter cabeza tras una operación que -al margen del arreglo alcanzado en esta última etapa con José Pablo López- comenzó a fraguarse en plena pandemia. Y en ese movimiento el nuevo embajador en la Colombia de Petro -algo que no parece casual- jugó un papel decisivo.
Porque Jiménez no sólo era entonces el jefe de gabinete adjunto en la Vicepresidente de Iglesias, como más tarde fue jefe de gabinete de Ione Belarra en el Ministerio de Derechos Sociales, sino que también conseguía moverse en lo más alto de la cúpula de poder de RTVE gracias a una relación de parentesco. Porque Jiménez era el hijo de Maite Martín, ‘histórica’ del sindicato Comisiones Obreras en la Corporación. Y eso se dejó notar, según apuntan fuentes de la misma.
Martín, la ‘mamma’ de la sección sindical de CC.OO. en RTVE -que, según algunos, dirigía con mano de hierro hasta su jubilación- destacó por favorecer la operación de desembarco de Podemos en el Ente. “Si Podemos lanzaba una ‘fatwa’ contra la presencia de Juan Ignacio Gallardo en ‘Masterchef’, los de Comisiones se lanzaban a degüello. Y así con todo”, explican fuentes de la Corporación pública.
En ese sentido, todavía se recuerda cómo CC.OO. fue la principal garante del fichaje de Jesús Cintora -amparado por Iglesias y Podemos, algunos de cuyos dirigentes y altos cargos llegaron a ejercer como ‘productores comisarios políticos’- y, posteriormente, quien más combativo se mostró con la retirada de su programa.
Son solo un par de ejemplos que algunos recuerdan en la Corporación. Pero la lista, aseguran, sería larga. La designación de Jiménez, que coincide con los últimos movimientos del ‘josepablismo’ para utilizar a los peones de Podemos en RTVE como guardia de corps, ha vuelto a traer a las mentes cómo se articuló todo.
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