Ana Rosa Quintana retorna a la mañana con el “corazón partido” y unas audiencias en la quiebra. La experiencia vespertina de la comunicadora ha llegado a su fin de forma abrupta, aprovechando el inicio de año, y tras unos resultados manifiestamente mejorables, por decirlo de forma suave. La antaño ‘reina de las mañanas’ vuelve a cambiar el paso,, intentando recuperar un liderazgo puesto en entredicho -tanto en el horario matinal como en el de tarde- por la competencia y que refleja, además, la crisis más absoluta de Mediaset, desbancada en audiencias y, lo que es peor, sin relevancia ni peso específico alguno.
El análisis del nuevo movimiento confirma lo que ya presagiaban algunos: que la situación de Ana Rosa Quintana en la tarde no iba a dar sus frutos. De hecho, la comunicadora pronto dejó traslucir que no terminaba de sentirse cómoda en el formato de ‘TardeAR‘, si bien era el precio a pagar por el cuasi-monopolio de Unicorn en Mediaset, tras la salida de la competencia de La Fábrica de la Tele, ahora Fabricantes. Las audiencias tampoco terminaron de respaldar la apuesta.
El regreso de Ana Rosa Quintana a las mañanas, no sólo supone un intento de lamerse las heridas de su paso por la tarde, sino que también encubre un movimiento desesperado de Mediaset para afrontar una situación crítica en su parrilla, trasladada a las audiencias del grupo. La “apuesta”, ahora, de Ana Rosa por las mañanas es, subliminalmente, un fracaso de la estrategia planificada por Alessandro Salem, que ya empieza a mostrar su desesperación al no conseguir remontar la situación que atraviesa Mediaset. Pero, lo suyo no lleva buen camino.
La opinión es generalizada: el movimiento demuestra desesperación. La cúpula de Mediaset está dispuesta a capear el temporal de titulares con tal de volver a colocar a Ana Rosa en la mañana. Es, por una parte, una huida de la propia presentadora. Pero, por otra parte, un gesto desesperado que denota que toda la alternativa es una mujer de 69 años. No extraña que incluso en el grupo haya quien, con mucha discreción y buen criterio, señala que el asunto le recuerda a la apuesta por María Teresa Campos cuando ya estaba más quemada que la pipa de un indio. ¡Menuda cara dura la mamá de las Campos operadas en Mediaset, alimentadas en Mediaset… desde la etapa del pesado de Vasile y su empotrada Mirta Drago, hija de su papá Mirto Drago,
El lastre de Sandra Fernández
Las estrategias televisivas de la etapa Salem han demostrado su fracaso total. Pero el virus no sólo afecta a los contenidos de Mediaset, sino que se adentra en otras áreas críticas como la de Comunicación, en la que Sandra Fernández también está quedando en evidencia. A pesar de que la llegada de Fernández fue recibida con benevolencia en el sector tras el paso -como el caballo de Atila- de Mirta Drago, ciertos modos heredados de su predecesora han provocado un cierto ‘deja vu’ entre los medios. No faltan quienes consideran que el problema reside en que Fernández es un peón enquistado de la etapa de Borja Prado, en la que éste intentó situar a Mediaset como un grupo de comunicación vinculado al PP. Otros hablan del efecto despacho ocupado, refiriéndose a que la de Torrelodones (Drago) ha sido sucedida por la nueva de Torrelodones (Fernández)…
Lo cierto es que los anteriores trabajos de Fernández le han costado algún disgusto a Mediaset, como por ejemplo cuando el ministro Óscar Puente acusó de forma velada a su ‘dircom’ de manipular la información sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso. Ciertamente, la acusación del titular de Transporte no pasaba por ser la más creíble, como tampoco el seguidismo de algunos activistas transmutados en comunicadores y expertos televisivos, que ahora ponen a caldo a las mismas divas de Mediaset a las que daban palmas y gorgoritos.
Sin embargo, el episodio sí refuerza un problema: el peso de la vinculación política de Fernández, que aterrizó en el entorno de la Comunidad de Madrid de la mano de Marta Rivera de la Cruz, a la que acompañó desde los platós -fue fichada como tertulia por la periodista canaria cuando la escritora pululaba por el entorno de Ciudadanos- al Gobierno madrileño de Ayuso. A partir de ahí, Fernández inició una escalada que la llevó a la Puerta del Sol, donde, a pesar de todo, destacan que la verdadera comunicación del Ejecutivo de Madrid quedaba en manos de Miguel Ángel Rodríguez y de su inseparable escudero, Paco García Diego.
Vaya lío… Los amigos de mis amigos son mis amigas…
Seguiremos Infopinando…
