Puigdemont ha confirmado a su equipo de Comunicación el mismo equipo con el que tendrá que lidiar con el Estado central y el próximo Presidente del Gobierno el futuro de Cataluña. Si hace unos días conocíamos la designación de Pere Martí responsable de comunicación del departamento de Presidencia de la Generalitat y su Presidente, Carles Puigdemont. A este nombramiento hay que sumar el de Miquel Martín Gamisans que será el Secretario de Comunicación del nuevo Govern a propuesta de ERC. El joven periodista trabajó como jefe de prensa del partido en el Congreso del 2004 al 2008 y formará tándem con Jordi Vilajoana, hombre de confianza de Artur Mas, y que ocupará la secretaría de Difusió i Atenció Ciutadana.
¿Y el tercero en discordia de este triunvirato de comunicación? Pues el mismo Carles Puigdemont. El peso estratégico que tendrá la comunicación en el gobierno de Puigdemont ha quedado claro en uno de los prontos decretos que el nuevo presidente de la Generalitat ha firmado. Entre las funciones que recaerán sobre él mismo destacan “la relación con los medios de comunicación, la organización de la presentación de los servicios audiovisuales de la Generalitat y de ámbito local, y la regulación y control de los servicios de comunicación en el ámbito de Cataluña”, según ha publicado el Diario Oficial de la Generalitat en un decreto.
Junto a Puigdemont estarán dos hombres con trayectoria en la vida política catalana. Por un lado el director de comunicación del mismo President es Pere Martí, un periodista de larga trayectoria y ya ha trabajado en la administración catalana como director de comunicación de Josep Lluís Carod-Rovira durante el primer tripartito. Junto a él, como secretario de comunicación de la Generalitat estará Martín Gamisans, nacido en Mollerussa en 1980, y que empezó a militar pronto en el activismo independentista en Lleida. A primeros de 2000 fue uno de los responsables del ámbito de comunicación del denominado Proceso de Vinaròs que cristalizó en la actual CUP. Posteriormente pasó por la dirección de comunicación de Òmnium Cultural y Joan Puigcercós lo fichó de jefe de prensa durante su etapa en Madrid, convirtiéndose en uno de los hombres de confianza del entonces presidente de ERC.
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