En la Tierra a viernes, 29 marzo, 2024

Así es como Pablo Iglesias casi consigue ser vicepresidente

Pablo Iglesias, en una imagen de archivo.

La imagen de espontaneidad y frescura proyectada por Pablo Iglesias al comienzo de su andadura en política definía al político y a sus atributos. Iglesias ‘es así’, aunque mantener esa imagen requiere de un complejo mecanismo que controla cada detalle, por pequeño que parezca, y que lleva a cabo el equipo de comunicación de Pablo Iglesias. El diario El Confidencial ha tenido acceso a un documento interno de Podemos, titulado Estrategia de Comunicación del Secretario General y fechado en abril de 2015, que otorga una serie de consejos y pautas a seguir para conseguir dos objetivos: renovar la imagen “desgastada” de Iglesias para hacer de él un candidato “presidenciable”.

“El atributo central en torno al cual construir la figura de Pablo es el de ‘presidenciable’”, puede leerse en el escrito en el que la misma formación reconoce que “son erráticos” en la definición del perfil. En abril de 2015 puede entenderse muy bien la urgencia de Podemos porque Pablo Iglesias tuviera una imagen de presidente: camino de las elecciones autonómicas y de las generales, tras el desgaste que le había ocasionado su primer año de exposición pública y el agotamiento del discurso de los indignados que le había convertido en el político revelación. Como consecuencia, en aquel tiempo tanto el partido como Pablo Iglesias perdieron mucha fuerza.

“Más dinámico, menos plano y previsible”

El equipo de comunicación de Pablo Iglesias no duda en hacer hincapié en “las claves diferenciales”, pues “son nuestra fuerza”. “Pablo Iglesias como candidato a la Presidencia del Gobierno no puede ni debe ser lo mismo que lo que planteen los demás”. Para hacer de Iglesias “presidenciable”, lo más urgente era desmarcarse del “relato del desgaste”. Pablo Iglesias fue cautelosamente apartado del foco público en aquel tiempo para que descansara y relanzar su imagen, “no necesariamente en la opinión pública, pero sí en la imagen que de Pablo tienen los periodistas y creadores de opinión”. Según el documento, ahora “trabaja de otra forma, vuelve renovado y con más energía”.

No obstante, y siempre según el documento, la mejor manera de mejorar la imagen de Iglesias es simple: “Pablo tiene que volver a ser Pablo Iglesias”. El aparato del partido tenía que “cambiar la actitud de político profesional que calcula y mide sus palabras”. El documento prosigue: “ganaría en fortaleza e invulnerabilidad si fuese, paradójicamente, más vulnerable más flexible, más dinámico, menos plano y previsible”.

Otro aspecto importante es la cercanía. “Pablo debe ganar en cercanía, algo que no va en detrimento de ningún atributo de presidenciable”. Se menciona este aspecto a lo largo del documento: “Pablo no pude parecer en absoluto nunca jamás el líder de la manada, Pablo tiene que parecer alguien situado entre dos aguas, que escucha a los dos lados, interlocuta y resuelve con habilidad. Pablo tiene que ser el tipo que se entiende con la gente porque es gente”.

Qué tipo de líder es Iglesias

Este papel de “bisagra” que adoptaría siguiendo esta estrategia podría incluso llevarle a desautorizar al partido y no pasaría nada, según puede leerse en el documento. “Al contrario, Pablo tiene que poder tener la libertad para tener una posición crítica, de duda”. La posición de Iglesias enlaza directamente con un tema importante para el equipo de comunicación de Podemos: el liderazgo y qué tipo de líder se busca.

En el partido tienen tres modelos: Esperanza Aguirre, Hugo Chávez y Rafael Correa. “No hay más que pensar en un liderazgo como el de Aguirre (populista de pata negra) donde los males del partido son puntos que ella suma (lo que a la postre suma el propio partido); o el liderazgo de Chávez”. En Podemos tienen un objetivo: hacer que Pablo Iglesias fabrique una marca personal. “Una de las cosas que ha caracterizado los liderazgos en América Latina, sobre todo de Chávez y también de Correa es la capacidad de hacerlos una marca personal”. Para crear una marca, Pablo Iglesias “tiene que hacer cosas que no sean de Podemos, sino que sean cosas solo de Pablo Iglesias”.

La “cercanía” antes tratada, que podría traducirse como “una bajada a tierra” se considera en el documento “un nuevo tipo de liderazgo”. El factor escucha, en este caso, es fundamental. La fe “en que los problemas lleguen a sus oídos [los de Pablo Iglesias] puede ser el germen de ese tipo de liderazgo con el que se entienda que, si el líder conociera los problemas, los resolvería”. Para ello: el documento propone algunas recomendaciones: evitar el “encadenamiento de mítines en los que Pablo ‘llega, toca y se va’. Hacen falta más encuentros con la ciudadanía, y más formatos en los que haya un intercambio”; también “es cuestión de actitud. En los actos, en los debates… No basta con ‘poner cara de escuchar’. Lo más eficaz para que parezca que escucha…es escuchar de verdad”.

Tono más narrativo o explicativo

En cuanto al discurso del partido, el informe dice que en Podemos no pueden olvidarse que dos cosas: de que “en lo discursivo, centralidad no es situarse en el centro del eje, sino ser quien reparta las cartas, quien marca las coordenadas” y de que “algo que nos diferencia del resto de partidos es que nosotros tenemos razón y ellos no: tenemos que recuperar la fe en que tenemos razón y ponerlo delante del cálculo”. El documento también pide, “en lo performático, un tono ‘menos de mitin’ y más narrativo o explicativo”. Por otro lado, y en el mismo sentido, “hay que recuperar el equilibrio entre el argumentario y la espontaneidad, que en los últimos tiempos se ha decantado mucho hacia el primero”. Además, “como escudo frente a la situación de agotamiento, Pablo debe ser quien traiga las medidas concretas: anunciarlas él para conseguir una imagen de solvencia”.

Gesto “agotado y huraño”

En último lugar “breve pero importante”, el equipo de comunicación de Podemos reserva un hueco para tratar el gesto “cada vez más agotado y huraño” de Pablo Iglesias. “No transmite ilusión, sino dificultades. Más que moderando, nos estamos avinagrando. Frente a eso, líderes como [Albert] Rivera aparecen como felices y entusiasmados con su ‘misión’. Ese debería ser nuestro lugar natural”. Para ello, el equipo de comunicación de Pablo Iglesias recomienda que en las intervenciones en los medios Pablo Iglesias “debe disfrutar, en la medida de lo posible con las entrevistas o intervenciones en TV: volver a verlas como un reto intelectual, como una ocasión para pensar, no para defenderse”. Además, en Podemos deben “garantizar los tiempos de descanso, los tiempos para actividades y relaciones personales” del secretario general de Podemos. “Nadie puede tener una mente ágil y un tono sereno si está cansado o en una espiral de estrés”.

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