Con poco más de una semana como Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez vive su primera crisis de Comunicación. El bombazo informativo dado esta mañana por El Confidencial señalando que el actual ministro de Cultura y Deporte, Màxim Huerta defraudó a Hacienda 218.322 euros ha echado por tierra toda la estrategia de imagen que el nuevo Ejecutivo estaba construyendo a golpe de nombramiento. Esto ha desatado no solo una crisis de puertas afuera de la formación – Podemos, principal socio, ya ha pedido la dimisión del ministro – sino que también de puertas adentro, pues Sánchez está pidiendo explicaciones a Huerta para aclarar los sucedido.
Hasta ahora, Pedro Sánchez había formado un Ejecutivo impecable desde el punto de vista del marketing político. Acusado de ser aupado al Gobierno por separatistas y “amigos de los terroristas de ETA”, según las palabras de algún miembro del Partido Popular, el nuevo presidente del Gobierno había calmado las aguas con nombramientos como el de Grande-Marlaska en Justicia, con su historial de lucha contra el terrorismo; Nadia Calviño en Economía, clara europeísta; o Josep Borrel en Exteriores, ‘azote’ del independentismo catalán. Sin mencionar el hecho de que 13 de los 17 ministros son mujeres, convirtiéndose en un Ejecutivo histórico en Europa.
La estrategia iba viento en popa hasta esta mañana. La imagen que Sánchez se estaba esmerando en construir se ha ido por la borda al saberse este miércoles que el ministro de Cultura que odia el Deporte, Màxim Huerta, utilizó una empresa para defraudar 218.322 euros originalmente entre los ejercicios fiscales de 2006, 2007 y 2008, que si tomamos como referencia la subida de IPC de los últimos años, el fraude equivaldría a 253.253 euros. Según recoge la sentencia, Huerta actuó de “forma voluntaria y culpable […] no pudiéndose apreciar buena fe en su actuación en orden al cumplimiento de sus obligaciones fiscales”.
Màxim Huerta reacciona con rapidez
El ministro de Cultura ha reaccionado con rapidez y esta mañana ha participado en el programa matinal de Onda Cero, Más De Uno, donde ha señalado que está “al corriente con hacienda desde hace diez años. Cambió el criterio fiscal, hubo una regularización, pagúe lo correspondiente y asunto cerrado. No hubo mala fe y no oculté nada. Acepté mi responsabilidad como ciudadano”, ha dicho Màxim Huerta. Sin embargo la sentencia pone entredicho la buena voluntad del ministro, al que ya le han llovido las críticas y las peticiones de dimisión, sobre todo teniendo en cuenta que en el pasado fue muy crítico con las defraudadores.
Estar al día con Hacienda ya no se lleva.
— màximhuerta (@maximhuerta) 6 de febrero de 2015
A pesar de todo, Huerta ha dicho en Más De Uno que Sánchez no contempla su dimisión: “El presidente me ha dicho esta mañana que nuestro objetivo es seguir trabajando y ser transparentes”. Y ha señalado que por lo que fue sentenciado era una práctica habitual dentro del mundo de la televisión: “Es lo que hacíamos todos entonces: entrabas a trabajar en la televisión o en la radio y creabas una empresa o sociedad para tributar”, antes de cambiar el criterio fiscal de hacienda. Màxim Huerta interpuso varios recursos al Tribunal Superior de Justicia de Madrid que finalmente fueron desestimados, obligándole a pagar 365.939 euros al fisco. Esta será la primera prueba de fuego al que se enfrente Miguel Ángel Oliver, nuevo Secretario de Estado de Comunicación del Gobierno.
Escucha aquí la entrevista completa a Màxim Huerta en Onda Cero.
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