Javier Ayuso, director de Comunicación de Casa Real desde 2012 hasta 2014, ha explicado en el libro Comunicación y estrategia: casos prácticos en la gestión de la reputación los pormenores de la gestión de la comunicación durante la abdicación del Rey Emérito Don Juan Carlos. Sin embargo, en todos los detalles y causas de la abdicación el ex dircom de BBVA y actual director adjunto de El País, se ha olvidado de dos personas clave en el descenso de la imagen y reputación del monarca: Corinna zu Sayn-Wittgenstein e Iñaki Urdangarín.
Javier Ayuso ha sido una figura clave en los últimos años de reinado del Rey Emérito Don Juan Carlos. Su llegada a la Casa Real se producía tras anunciar su jubilación en BBVA. Pero lo que no sabía es que todavía le quedaba mucha tarea por delante. En 2012 asumió la tarea de gestionar la comunicación de la Casa Real. Sea como fuere, lo cierto es que desde su llegada, paralelamente la imagen de la corona y -en particular- la de Don Juan Carlos, comenzaron a caer en picado. Según él mismo Ayuso relata en el libro editado por Dircom y IE Business School, “en 2014 una encuesta de El Mundo y Sigma Dos mostraba que el apoyo al reinado de Don Juan Carlos toca suelo con un 41,3% que va acompañado de un descenso en cinco puntos de apoyo a la institución monárquica”.
Javier Ayuso, como responsable de comunicación de Casa Real durante el proceso de abdicación, hace un diagnóstico de los problemas de imagen que sufría por aquel entones Don Juan Carlos con algunas lagunas y olvidándose de detalles calve. Para Ayuso, el detonante de la caída en picado de la imagen pública de Don Juan Carlos fue el accidente que sufrió el monarca en una cacería en Bostwana. En aquel momento, según revela Ayuso, la política de comunicación de Casa Real fue la de la “máxima transparencia”. Las siguientes operaciones de cadera y el frágil estado de salud del monarca impidieron trabajar en un plan de comunicación para recuperar la confianza, son el diagnóstico de la crisis de reputación del monarca según Ayuso. Sin embargo, en sus palabras no se menciona en ningún momento la crisis derivada de la relación entre la aristócrata Corinna zu Sayn-Wittgenstein y el monarca o los problemas legales a los que se enfrentaba su yerno, Iñaki Urdangarín y, por ende, su hija la infanta Cristina.
La defensa acérrima a la figura de Don Juan Carlos, incluso en estos temas tan espinosos, han sido una constante en Javier Ayuso, incluso después de abandonar su cargo como director de comunicación en Casa Real. Ya desde la redacción de El País, ha sido uno de los mayores defensores de la figura de Don Juan Carlos, incluso en sus horas más bajas hace unos meses cuando la guerra interna de los servicios de inteligencia amenazaron con salpicar al Rey emérito. Las filtraciones de las relaciones del monarca con distintas mujeres y cómo los servicios de inteligencia trabajaban en favor de los intereses personales de Don Juan Carlos, no fueron bien recibidas desde el despacho de Ayuso en El País, quien arremetió con dureza contra estas informaciones en defensa de su ex jefe.
La estrategia de comunicación de Ayuso para recuperar la reputación de Don Juan Carlos
En el libro Comunicación y estrategia: casos prácticos en la gestión de la reputación, Ayuso detalla algunas de las claves en la gestión de la comunicación de Casa Real durante su mandato. “Ayuso realizó un plan de comunicación que detallaba los valores que se querían destacar así como los actos que favorecen la consecución de los mismos. El plan se centraba en tres valores centrales: utilidad, transparencia y cercanía”. Así la Casa Real de Su Majestad El Rey impulsó una serie de medidas para hacerse más transparente, y se abrieron canales de comunicación directa entre la Institución y los ciudadanos. Lo que pocos sospechaban es que la apertura de la cuenta oficial en twitter a finales de Mayo de la Casa Real o la puesta en macha de la página web www.casareal.es en 2012 se fueran a convertir en los canales clave en la abdicación del Rey Don Juan Carlos.
Otras herramientas que Ayuso puso en marcha fueron una Encuesta Semanal de Imagen encargada a Metroscopia o la contratación de un servicio de seguimiento en redes sociales. Todo esto para parar lo que era imparable. ”Se había roto el mito del Rey Juan Carlos”. Desde el accidente de Bostwana, la comunicación de Casa Real se centró en mejorar la reputación del Rey Emérito. Sin embargo, los acontecimientos no ayudaron a la estrategia, según confiesa Javier Ayuso. Las siguientes operaciones al accidente imposibilitaron llevar a cabo el plan de restauración de la reputación del monarca, ya que su convalecencia le impedía, por ejemplo, acudir a actos públicos donde mostrar su valor como monarca. Finalmente en otoño de 2013 el Rey decide comunicar a su equipo más cercano la decisión de abdicar. Desde ese momento se pone en marcha un protocolo para poner en marcha la abdicación. El resto es historia.
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