Las fake news han pasado a ser protagonistas en la era de la posverdad. La multitud de fuentes y medios de comunciación que existen gracias a las nuevas tecnologías hacen que cada vez más seamos incapaces de distinguir entre noticias verdaderas o falsas. Seis de cada diez españoles cree que sabe distinguir una noticia falsa (fake news) de una verdadera, pero la realidad es que el 86% las confunde. Esta es la principal conclusión del “I Estudio sobre el Impacto de las Fake News en España”, realizado por la empresa de estudios de mercado Simple Lógica y el Grupo de Investigación en Psicología del Testimonio de la Universidad Complutense de Madrid, con el patrocinio de Pescanova.
En el estudio realizado para profundizar en este fenómeno, los encuestados tuvieron que distinguir entre varios titulares, unos falsos y otros verdaderos. Sólo el 14% de los participantes aprobó en su intento, dando como resultado que el 86% de los españoles tiene dificultades para distinguir entre una noticia falsa de una verdadera.
Según aparece en el estudio, antes de realizar la prueba, el 60% de los participantes de todas las comunidades autónomas de España pensaba que sabía diferenciarlas fácilmente. Sin embargo, el 78% de los encuestados entre 16 y 24 años no supo diferenciar una noticia falsa de una verdadera. En cuanto a los mayores de 55 años, el 92% se equivocó en su detección.
En cuanto al 60% de la población que reconoce haberse creído alguna vez una noticia falsa, la inmensa mayoría afirma que la fake news no tuvo consecuencias en su vida. No obstante, entre las personas que reconocen haberle afectado, casi el 30% afirma que le ocasionó discusiones con familiares y/o amigos o problemas en el trabajo, ya sea con el jefe o compañeros (22%), o incluso problemas emocionales (18%).
Pero en el mundo de las fake news no siempre hay que echar la culpa a los medios de comunicación o personajes como Donald Trump. Un 4% afirma haber creado alguna vez una noticia falsa, y de ellos sólo la mitad dice haberlas distribuido.
Una cifra que, no obstante, llevada a valores absolutos, no es desdeñable. En la inmensa mayoría de los casos (90%), la difundieron por pura diversión o porque creían que no hacían ningún daño. El 7% lo hizo por algún interés (negocio, marketing, etc.) o por hacer daño a alguien (3,5%).
El estudio se ha realizado para profundizar en el fenómeno de la Posverdad, un tema actual sobre el que gira la campaña de publicidad que estrena hoy Pescanova para su nueva gama de productos “Dippeo de Langostinos”.
Seguiremos informando…
