Enrique Álvarez Conde, director del máster de Cifuentes ha admitido esta mañana en una entrevista concedida Más de Uno de Onda Cero ha admitido que el acta del examen de la presidenta de Madrid fue una reconstrucción que hizo él mismo por encargo del nuevo rector de la Universidad, Javier Ramos. Una revelación tan escandalosa que solo puede explicarse porque el director del máster ve las cosas tremendamente complicadas, habiendo llegado el momento de decir la verdad.
El director del Máster de @ccifuentes en @MasDeUno: “El rector me dijo que hay que reconstruir un documento y reconozco mi culpa porque le hice caso” https://t.co/hPYY0kTggq
— Onda Cero (@OndaCero_es) 6 de abril de 2018
Si hay algo que puede salvar a la universidad es el hecho de que haya sido la misma institución la que haya decido llevar el asunto a la Fiscalía, un movimiento que llevaron a cabo después de que varios medios de comunicación publicaran que el acta que había presentado Cifuentes contaba con al menos dos firmas falsas, y que había sido creado recientemente y no cuando la presidenta madrileña cursó el máster.
Sin embargo no ha sido el primero en reconocer lo que los medios ya publicaron. La profesora que supuestamente evaluó y calificó a Cifuentes, Alicia López de los Mozos, reconoció ayer que jamás había firmado ningún acta y que por tanto su firma era falsa. Fue más allá al decir que incluso que nunca evaluó a Cristina Cifuentes. Las otras dos profesoras que figuran como presentes durante la evaluación no acudieron a la cita con los inspectores de la universidad por estar de baja por depresión a causa de lo que este caso les ha generado.
Tras esta revelación no solo queda comprometida la imagen de Cristina Cifuentes a la que las cosas se le tuercen cada vez más, al menos políticamente, sino que la reputación de la Universidad Rey Juan Carlos acusa un golpe tras otro que no hace más que hundirla en un barro que sería un auténtico reto para el mejor de los departamentos de Comunicación. Y es que si hay algo que mejora la imagen de las instituciones es ‘hacer más que decir’, o dicho de otra forma, que lo que se comunica tenga coherencia con lo que se hace, y por el momento eso no es lo que ocurre con la universidad.
El papelón de lidiar con esta crisis le ha caído a la Comunicación de ambas figuras implicadas, Josep Roure Oriol, de la URJC; y a Marisa González Casado, dircom de Cifuentes y quien ha tejido una desastrosa estrategia de Comunicación para para la mandataria madrileña. Ambos directivos están pasando por la que posiblemente es la mayor crisis de sus carreras profesionales, donde un paso tras otro les ha conducido a un abismo mayor. Queda por saber si serán capaces de revertir una situación que parece haber sentenciado a Cifuentes y a la URJC.
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