Las elecciones andaluzas han sacado a relucir los primeros fallos de Comunicación de una de las formaciones revelación de la cita: Podemos. Ya conocimos que los 15 escaños que había conseguido Teresa Rodríguez, líder de Podemos Andalucía, no habían sido los esperados por la cúpula del partido, que había optado por anunciar la ruptura entre Tania Sánchez y Pablo Iglesias para desviar la atención de los datos. Pero ahora sale a la luz otro fallo de Comunicación interna que deja patente la falta de experiencia y estrategia clara de Pablo Iglesias y los suyos en el ámbito político.
Esta vez el fallo se ha dado entre Podemos Andalucía y la dirección nacional. Teresa Rodríguez dejó claro la semana pasada cuáles eran los tres puntos que debía cumplir Susana Díaz si quería el apoyo de Podemos en su investidura como presidenta de la Junta. Unos puntos que habían sido votados de forma consensuada entre los 15 diputados que habían conseguido escaño y la dirección nacional del partido: la dimisión de Chaves y Griñán por el caso de los ERE y la devolución de los fondos sustraídos, evitar contratar con bancos que desahucien a personas sin alternativa y la reducción de altos cargos y asesores para readmitir a personal educativo, de bienestar social o sanitario que haya perdido su empleo a causa de los recortes.
No facilitaremos un gobierno que vaya en contra de los andaluces. Estas son nuestras tres condiciones para dialogar. pic.twitter.com/aMhDL724rX
— Teresa Rodríguez (@TeresaRodr_) marzo 30, 2015
Pero estas condiciones, aparentemente consensuadas en Podemos, han sido rebajadas por la dirección nacional, que ha visto que de otra forma puede perder su oportunidad de ser una fuerza decisiva en Andalucía y de hacerse con una parcela de poder en la Junta. Teresa Rodríguez ha tenido que volver a sacar su autoridad en esa Comunidad y, a través de Twitter, ha enviado un mensaje muy claro a la cúpula del partido: ‘No facilitaremos un gobierno que vaya en contra de los andaluces. Estas son nuestras tres condiciones para dialogar’. Su postura es tajante (si se aceptan estas propuestas Podemos votará sí y sino no las aceptará) y deja en evidencia su supuesta independencia de cara a Madrid. ¿Qué ocurrirá finalmente? Esta guerra no ha hecho más que empezar.
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