Comienza la segunda jornada del Social Weekend 2016. Día soleado en la capital Cántabra pero nubarrones para el periodismo y los medios de comunicación tradicionales. Señores editores de los medios de comunicación: Van a ser sustituidos en breve por robots si no lo han sido ya.
El presente y el futuro de los medios de comunicación ha sido expuesto por José Antonio del Moral, socio director de Alianzo, con increíble crudeza. Los altísimos rankings de audiencia en webs nuevas con un histórico prácticamente inexistente han hecho saltar todas las alarmas con un poder de generación de audiencia increíble. ¿Cómo lo han conseguido? La respuesta es inquietante: produciendo contenidos llamativos producidos de modo artificial. Los titulares están automatizados, los hace un robot y la selección de contenidos, también. Y funciona.
Todo se basa en la recopilación y segmentación de datos. No hay más. Esto va de algoritmos y robots y el contenido editorial es decidido así, lejos de la opinión o el criterio periodístico del medio de comunicación. Asustan los rankings de audiencia en webs nuevas con un poder de generación de audiencia increíble. Contenidos llamativos producidos de modo artificial.
¿Qué hacen estas webs para funcionar tan bien? Usan el Big Data aunque también recurren a los clásicos recursos que ya son viejos conocidos para los Seo: Signos de interrogación, listas y son muy buenos en social media. Los titulares y los contenidos dependen de lo que decida el robot según unos algoritmos. Y yo oigo la palabra algoritmo y me mareo. Literal. Los que se dedican al Seo me entienden. A mi la palabra algoritmo me estresa.
Sigue José Antonio del Moral con su reveladora exposición en el Social Weekend 20016 y nos habla de sentimientos. ¿Hay algo más humano que un sentimiento? ¿Hay algo más incontrolable? El análisis de sentimientos se usa desde hace muchos años por los medios de comunicación para conocer a su público para poder ofrecerles un contenido segmentarlo. Este análisis evolucionó y las herramientas fueron capaces de detectar y clasificar contenidos en positivos, negativos y nulos. No eran exactas ya que no eran capaces de interpretar uno de los deportes nacionales: La Ironía.
Pero los robots, nos cuenta del Moral, ya son capaces de captar e interpretar la ironía. ¡Agarrese quién pueda que llegan los robots irónicos.! Eso sí´, el éxito de esta interpretación se sitúa en el 70 por ciento. Nos queda un pequeño margen del 30 por ciento para ser libres y que los robots no nos entiendan. Me quedo un poco más tranquila.
Literatura y redes sociales. Difícil dúo. Nos habla la escritora María Orduña de las ventajas e inconvenientes de que los escritores y editoriales estén en las redes. Todo empezó en los blogs y a los autores les supuso una oportunidad pero cualquiera tiene un blog ¿Qué criterio tiene? Cualquiera puede opinar y sin filtros. Las redes sociales son ventanas espectaculares para los autores pero una vez sin filtros. Cualquiera puede opinar y no sólo lo hacen expertos. Un influencer puede hundir tu carrera aunque no tenga un criterio profesional. Sin duda esto es inquietante para cualquier autor.
María apela a la inteligencia de los usuarios en el entorno de las redes sociales para saber discriminar la información. Creo que es difícil conseguir esto ya que el poder de las redes es ilimitado. Estamos en las mismas que la recurrida frase: “Es verdad lo que te estoy contando. Lo han dicho en la tele”.
Miles de personas opinando y exponiendo su parecer. Sin duda fascinante para un escritor. Los generadores de opinión tradicionales están perdiendo su influencia y su omnipotencia. María se restringe a temas literarios en general pero nos habla de otros asuntos. Cree ella que debe ser así. Es una elección de cada autor. Me parece acertada la suya y la razón que nos da: “No quiero exponerme”
Su caso es muy interesante ya que en gran parte el éxito de su libro “Puerto escondido” se debió a las rrss y a los blogs. A los 5 días de salir el libro se publica un ataque y una crítica desmedida. Le salió un Hater como ella dice. Su opinión se viralizó de una manera brutal y lo malo es más fácil de creer. Su opción fue ignorar el tema. Decisión acertada de nuevo. Los ataques hay que asumirlos.
Gran debate en torno a la exposición por parte de la escritora ya que tiene la respetable opinión de no plantearse tener un CM. La promoción no conlleva el éxito. El éxito lo da un buen producto. Me gusta su reflexión.
Termina la jornada matutina con la intervención de Javier Sirvent.Todos expectantes ante el título de su ponencia: “Trabajos del futuro ¿Economía colaborativa o social media manager?” Del éxito al paro, en menos de cinco años.
Los contenidos en manos de robots, los escritores a merced de opiniones muchas veces poco experimentadas y ahora ¡Nos quedamos sin trabajo!
Impresionante la frescura del discurso de Javier en el Social Weekend 2016 que empieza reconociendo que a él le sustituyó un robot. Cualquiera puede ser sustituido por un robot. La ley de Moore lleva 60 años cumpliéndose y en el 2045 los robots pensarán más que nosotros. Así de tajante empieza el experto su exposición e invita mucho a la reflexión.
Nos introduce en la tecnología CRISPR que permite cortar y pegar cualquier tipo de información genética, incluso al hombre. Ya se hacen vacas sin cuernos o tomates que curan el cáncer. A mí esto me suena a chino pero es una realidad que crece exponencialmente, seis veces más rápido que la Ley de Moore. Hay que reinventarse. Crear, innovar, inventar,… Es por ello por lo que contratan las empresas. ¿Vamos a tener que cambiar? Sí. Los nuevos clientes van a ser las máquinas.
“Un profesor que pueda ser sustituido por una máquina… Debe ser sustituido”. Lo dijo Arthur Charles Clarke hace muchos años y ahora no puede estar más vigente. Se refería concretamente a los profesores pero se puede generalizar a cualquier profesión. Sin duda es inquietante. Para trabajar tenemos que estar hiper preparados, saber veinte idiomas, no tener vida personal y ahora ¡Tenemos que ser capaces de competir con robots! Batalla perdida. Muchos trabajos los harán siempre ellos mejor que nosotros. Ellos no comen, ni se cansan, ni se quejan. Pura productividad.
Nos habla el experto de robots buenos y malos. A mí me viene a la cabeza la obra de Stephen King que tanto me impactó: La rebelión de las máquinas. Los robots buenos se volvieron malos, malísimos. Ahí dejo eso.
Javier como visionario del futuro no tiene precio y estoy segura de que en unos años recordaremos todos los asistentes su discurso porque el futuro que presagia no es lejano. Es casi presente.
Seguiremos Informando…
