¿Internet es seguro? La respuesta, y creo que nadie puede decir lo contrario, es sencilla: no. Más, cuando los cibercriminales se actualizan de forma continua lo que impide, por un lado crear un software válido a la hora de contener la amenaza y, por otro, que las autoridades puedan actuar contra las distintas mafias que, con una mayor procedencia de Nigeria y Senegal, hacen estragos entre nuestro material sensible.
Los datos lo avalan. Según los reportados por el Ministerio del Interior, relativos a 2015, los delitos online superaron en este año las 60.000 acometidas (que se hayan detectado). También se sabe que los más comunes son los fraudes informáticos, las estafas, las amenazas y, por último, las coacciones. Por ello, desde Vector ITC Group han querido ofrecer un paliativo (erradicarlo es casi imposible) para que, en este periodo veraniego (que aún está en pleno auge), no nos llevemos sorpresas desagradables. Porque las temporadas de descanso son en las que, inevitablemente, más bajamos la guardia.
Del peligro del Wifi gratis al mal uso del Bluetooth o el GPS
Para empezar, debemos huir de las contraseñas WIFI gratuitas. Un consejo que parece obvio pero que pocos cumplimos ya que, cuando nos ofrecen un servicio sin coste, nos cuesta decir que no. ¿Cuál es el problema en este caso? Sencillo. Las superficies que nos lo ofrecen no ponen las medidas de seguridad necesarias para evitar intromisiones de terceros. ¿Qué ocurre si necesitamos conectarnos inevitablemente? En ese caso, se recomienda no proporcionar ningún tipo de información personal. Además, también hemos de evitar el realizar operaciones que requieran transacciones económicas. Y es que el dinero es uno de los premios más buscados por los hackers.
Otro acto que nos ayudará a estar algo más protegidos es el de mantener desactivados tanto el Bluetooth como el GPS cuando no sea estrictamente necesario su uso. Y es que, al igual que ocurre con el WIFI, el estar encendidos sería, en un símil, como abrir una autopista bien iluminada, hacia tus datos más preciados, a los cibercriminales. También es bueno que, siempre que sea posible, bloqueemos nuestros dispositivos con una contraseña (numérica o de patrón) para poner una barrera más a los amigos de los ajeno.
Hay que tener cuidado con las Redes Sociales
Muchos son los que viven inmersos, rozando la adicción, en las redes sociales. Hablamos de una obsesión que, lejos de ser beneficiosa, puede ser utilizada por los hackers para entrar en la vida de todos ellos y hacerse con ese contenido que, bajo cualquier precio, sus dueños desean salvaguardar. Por eso, y ante la imposibilidad de reducir este fuerte unión con lo “social media”, desde Vector ITC Group recomiendan a los usuarios que eviten aceptar cualquier tipo de ofrecimiento de amistad que pueda llegarles y que no reconozcan. Lo más normal es que éste sea fraudulento y tenga como meta final el chantaje. También, y contamos con algunos casos ya este verano, se aconseja que, ante la fiebre por publicar cada paso que se da, en vacaciones se evite el publicar las diferentes salidas que se realicen y, más aun, dar datos sobre la duración o el lugar de destino.
La importancia de una buena contraseña
En Internet, contamos con tantas opciones necesitadas de registro que, con el tiempo, nos encontramos saturados de contraseñas. La solución, nada buena, es aplicar la misma para todas, la cual suele estar compuesta por referencia sencillas de adivinar (no queremos perder el tiempo recordando ni deseamos apuntarlas por si las perdemos). Lo mismo ocurre con las preguntas de seguridad (o de recordatorio).
Así, desde Vector ITC Group (y teniendo en cuenta la oleada de robos de claves que han tenido lugar en los meses ya pasados), hacen hincapié en la importancia de un buen password. Éste, debe tener, al menos, 8 caracteres, alternancia de mayúsculas con minúsculas y, si es posible, números y código alfanumérico. Además, no se debe hacer ninguna referencia a nuestros gustos ni aficiones, ni a fechas de cumpleaños y, por supuesto, debe modificarse cada 3-6 meses.
También debemos evitar esa práctica que antes comentábamos y que se resume en usar una contraseña para todos nuestros perfiles. Cada una debe contar con la suya. A esto, si podemos, debemos unir un segundo factor de verificación, que nos ayudará a estar más protegidos. Por último, nada de apuntar esta información de acceso en lugar a los que un cibercriminal pueda llegar en pocos pasos (como puede ser un móvil). Todo sea porque, tanto en el presente como en el futuro, nos ahorremos disgustos innecesarios.
Seguiremos Informando…