El pasado fin de semana se conocían los resultados de las elecciones primarias de Argentina. Como vaticinaba a prnoticias hace un año la periodista argentina Laura di Marco, Daniel Scioli se presentaba como aspirante a la Casa Rosada. Esta era la opción más probable para la experta en política el pasado mes de octubre y se terminó cumpliendo por motivos estratégicos, pues el gobernador de la Provincia de Buenos Aires no era en el partido considerado “kirchnerista del propio riñón, de los leales”.
Los kirchneristas han considerado finalmente esta táctica acertada tras ver los resultados de las primarias, que han puesto al candidato en primer lugar, con un 37% de los votos al cierre de la primera edición de Página12 y a doce puntos de distancia de Mauricio Macri, que por su parte ha ganado de forma holgada la interna de su partido (Cambiemos) contra Ernesto Sanz y Elisa Carrió. La alianza opositora sumaba el 31,4%. El tercer candidato más votado era Sergio Massa con el 12,7%.
Pese a esta mayoría del partido oficialista, el Frente Para la Victoria, la prensa internacional no visualiza una victoria debido a dos motivos. El primero son las acusaciones de robo de papeletas para votar que han trascendido al país. El segundo, el recorte de distancia entre la formación de Cristina Kirchner y el segundo candidato más votado: Mauricio Macri, representante de Cambiemos y la alianza liberal-conservadora PRO (Propuesta Republicana).
El periódico El País recogía que Macri denunció desde primera hora de las votaciones que en varios colegios les robaban sus papeletas para impedir que les votaran: “Empezó el robo de boletas; algunos entran flacos y salen gordos del cuarto oscuro” aseguraba el opositor después de votar en una escuela del barrio de Palermo, aunque luego matizó que se trataba de “casos aislados”.
Por otro lado, los diarios del mundo se hicieron eco de los resultados electorales, que presentaban como ganador a Scioli aunque con poca ventaja. Por ejemplo, en Uruguay los diarios El País y El Observador daban cuenta de la victoria del candidato de Kirchner pero remarcaban la corta diferencia respecto a Macri, del frente Cambiemos.
Y es que el kirchnerismo arrasó en 2007 y 2011 prácticamente sin rival; esta vez todo está más igualado para los 32 millones de argentinos eran llamados a las urnas en unas primarias, que no son decisivas pero sí marcarán las elecciones de presidenciales del próximo 25 octubre. Uno de los motivos podría encontrarse en el hecho de que la estrategia de polarización de la sociedad utilizada por la actual presidenta del país es “cada vez menos eficaz”; en “los primeros años del kirchnerismo funcionaba bien” pero después “esa estrategia ha ido como decreciendo, cada vez teniendo menos efecto en la sociedad”, ya “cansada”, según Di Marco; motivo por el cual el movimiento elegiría a Scioli pese a la falta de agrado total hacia él.
Sin embargo, es difícil hacer una previsión cerrada, ya que “los porcentajes de apoyo y de rechazo varían mucho en Argentina: ella [Kirchner ] osciló entre el 20 y el 70% de la imagen positiva”.
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