Hoy ha tenido lugar la presentación del ‘Informe sobre el impacto del desafío independentista catalán en la reputación de las empresas catalanas’, elaborado por Reputation Institute (RI) y presentado en el Hotel AC Cuzco de Madrid. El estudio analiza la percepción que tiene la población española y catalana sobre las empresas que han decidido deslocalizar su sede fiscal fuera de Cataluña y los resultados muestran dos realidades completamente opuestas. Los encargados de presentar los resultados del informe han sido Enrique Johnson, Managing Director de Reputation Institute; y Yeray Carretero, Advisory Director de RI.
Según las palabras de Enrique Johnson, nos movemos en un entorno de “economía de la reputación”, donde la percepción que tienen las personas sobre las empresa está directamente relacionada con la intención de compra y adquisición de productos o servicios que ofrecen dichas empresas. En el estudio han participado un total de 41 empresas, entre las que se encuentran nombres como Abertis, Caixabank, Banco Sabadell o Endesa.
La situación que presenta el informe de RI muestra una Cataluña divida en cuanto a la percepción de las empresas que cambiaron su sede; por contraposición, los datos recabados en el estudio parecen presentar una percepción más o menos uniforme en el resto de España. Así, el cambio de sede social o fiscal de Cataluña a otra parte del país, es ampliamente respaldado por los territorios de España, obviando Cataluña. Y es que un 77,5% de los españoles (sin contar Cataluña) está totalmente de acuerdo con el cambio de sede de las empresas, y solo el 10,9% está totalmente en desacuerdo con este movimiento. El 11,6% se declara neutral.
En Cataluña, el escenario está totalmente polarizado. En la región, un 47,8% de los catalanes está en completo desacuerdo con el cambio de domicilio fiscal o social de las empresas, por el contrario, un 38,4% de ellos están totalmente de acuerdo con esta decisión. Finalmente un 13,9% de las personas encuestadas no lo tiene claro y se declara neutral. Pero, ¿qué supone este impacto negativo en la reputación de las empresas?
Según el estudio, existe una fuerte correlación entre la reputación y los comportamientos favorables, lo que se traduce en intención de compra. Esto quiere decir que si una empresa empeora su reputación en 5 puntos, la intención de compra de sus productos disminuirá en otros 5 puntos. Lo mismo sucede al contrario, es decir, si la compañía aumenta su reputación, y en ese sentido, las empresas que han movido su sede fiscal o social fuera de Cataluña han visto aumentar su reputación hasta 3,2 puntos (de 53,7 a 57); aumentará la intención de compra en igual proporción. Sin embargo, las empresas que han mantenido su sede en Cataluña no han corrido la misma suerte en el resto de España. De esa forma, la intención de compra ha disminuido en 3,2 puntos, de la misma manera que han reducido su confianza en los consumidores hasta en 3,4 puntos.
En Cataluña sucede al contrario. Las empresas que han movido su sede fuera de la comunidad han empeorado su reputación entre las personas de la región en 8,7 puntos, y de una puntuación de 59,7 en enero de este año han pasado a 51 en octubre. En similar proporción ha descendido la intención de compra, de 57,3 puntos en Enero a 48,3 en octubre, dejándose 9 puntos.
En la actualidad, un 23,2% de los españoles (sin contar Cataluña) ya han decidido dejar de comprar productos catalanes, mientras que un 20,9% se plantea dejar de hacerlo en el futuro. El escenario se recrudece en el supuesto de que Cataluña se independizara de España, y un 49% de la misma población encuestada dejaría de comprar productos catalanes, apunta el estudio de RI. ¿Qué impacto económico tendría esta decisión en las empresas? Según el informe, ese 49,1% de personas significarían 20.000 millones de euros que las compañías dejarían de ingresar en caso de producirse la independencia.
Es llamativo como los resultados que expone el estudio con respecto a la polarización catalana en cuanto al respaldo de las empresas que ha decidido movilizar su sede, va en consonancia con las encuestas que reflejan una polarización de la sociedad catalana con respecto a su respaldo a la independencia.
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