Volkswagen sigue sumida en una de sus mayores crisis de comunicación de su historia. Los medios de comunicación que siguen este caso son uno de los que más problemas están teniendo a la hora de informar sobre su crisis. Gabriel Jiménez, director de la revista ‘Autobild’ nos ha detallado qué está pasando en Volkswagen y quiénes son los principales responsables de esta crisis que comenzó tras desvelarse el escándalo de los motores trucados.
¿Es posible que podamos conocer que otras marcas están utilizando trucos como los que se han destapado en Volkswagen?
La verdad es que no es competencia mía determinar si el resto de marcas han utilizado un software de tipo fraudulento. Yo creo que quien tendría que ser proactivo con esto son las distintas administraciones públicas: los gobiernos y los estados de la Unión que tendrían que hacer una labor como la que se ha hecho en Estados Unidos. Ellos son los que tienen que investigar si el resto de marcas han podido utilizar algún tipo de software al respecto. De esta manera se quitaría la sombra de sospecha que hay sobre un sector que no se merece estar en tela de juicio.
¿Conocíais desde los medios especializados lo que estaba sucediendo?
Desde hace años venimos advirtiendo que las cifras que anunciaban las marcas en cuanto a emisiones se refiere discrepaban considerablemente con respecto a las cifras reales que nosotros obteníamos en nuestros test. Pero también hay que tener en cuenta que en ese sentido las marcas de automóviles lo que hacen es circunscribirse a los protocolos que vienen establecidos por la Unión Europea. Ante esto, nos hemos engañado todos. Otra cosa muy distinta es que, como ha sido admitido por parte de Volkswagen, se haya utilizado un software con el que ‘engañar’ en ciertos momentos a los investigadores que estuvieran midiendo sus emisiones.
A la hora de dar a conocer un escándalo como el de Volkswagen, ¿quiénes son los que mandan en las revistas especializadas, los lectores o los anunciantes?
Nuestro jefe es el lector. La marca puede invertir más o menos, pero al fin y al cabo a quien nosotros nos dirigimos es al cliente final que es el consumidor. Estaríamos haciendo un flaco servicio a lo que es la transparencia, que es lo que se requiere en estos tiempos. Si uno hace caso a los mandatos de un cliente que invierte dinero al final eso termina siendo contraproducente.
¿Está un medio de comunicación ‘influenciado’ por las compañías y las relaciones que mantienen con ellas a diario?
Una cosa no quita la otra. Yo no tengo ningún inconveniente en ir a una presentación de Volkswagen, entre otras cosas, porque ellos mismos han reconocido que la han ‘cagado’, pero eso no es impedimento para nosotros. En ‘Autobild’, Volkswagen es una marca de referencia en cuanto a estándares de calidad, de seguridad y en cuanto a dinamismo. Una cosa, para nosotros, no quita la otra.
¿Cómo se pueden evitar este tipo de estafas de cara al futuro?
Basta con que las autoridades competentes, que tienen la obligación de estar controlando introduzcan parámetros que se asemejan más a los consumos reales. Pero por otro lado tienen que mantener muchos más controles de lo que tienen ahora. Esa es la única manera de evitar este tipo de cosas. Entre otras cosas, porque en el hipotético caso que a alguien se le pasase por la cabeza introducir o implementar cualquier tipo de software, o lo que fuera, con el fin de engañar a las autoridades, el simple hecho de saber que va a haber un control y otro ‘recontrol’, es algo lo suficientemente disuasorio para no hacerlo.
¿Hasta cuándo va a durar el secretismo que a día de hoy mantiene Volkswagen?
Como buena empresa alemana hasta que ellos no tengan todo bien atado no creo que vayan a salir a la palestra. Es una diferencia cultural con respecto a una empresa norteamericana que se rige por la transparencia y por actuar rápidamente. En Volkswagen, teniendo en cuenta el cataclismo que ha provocado esta circunstancia, hasta que no tengan todo muy bien atado no van a decir nada más. En cualquier caso, ellos han anunciado que será a partir del 1 de enero de 2016 cuando se pongan en contacto con cada uno de los propietarios que puedan tener un motor afectado. Aquellos propietarios que tengan un modelo del consorcio Volkswagen con un motor que pertenezca a la lista de los afectados tienen que saber que no tienen un coche que les vaya a causar ningún tipo de problema que vaya más allá de no emitir las emisiones homologadas. Por lo demás es un coche seguro y fiable.
¿Cómo es posible que este escándalo se haya podido ocultar tanto tiempo?
Aquí quien tiene que ser proactivo son las autoridades. Ellas tienen el deber moral y el deber de velar para que impere la legalidad. Si se ha tardado más o menos, habría que preguntarles a las autoridades por qué no han hecho sus deberes. Lo que no puede ser es que sea una ONG o un grupo de científicos los que saquen estas cosas a la luz.
¿Qué tipo de responsabilidad tiene la marca ante esta situación?
Supongo que sí. Pero ahí a quien hay que preguntar es a Volkswagen que es la marca.
¿Cuáles serán las consecuencias que sufrirá Volkswagen en España tras este escándalo?
En este momento se especula mucho, pero en mi opinión alguna consecuencia va a acarrear. Ahora bien, también considero que todos nos podemos equivocar, incluso un monstruo como el grupo Volkswagen. Si a partir de ahora toman las medidas adecuadas y corrigen, yo creo que puede salir hasta reforzada.
¿Están garantizadas entonces las inversiones que se prometieron a España?
El nuevo presidente del consorcio, Matthias Müller ha dicho que se van a mantener aquellas inversiones que sean imprescindibles, y que todo aquello que vaya acorde con la estrategia que tienen que seguir a corto o medio plazo, será desechado. Ahí está España, entre otras cosas, porque no sólo es que tengan la fábrica de Volkswagen, también tienen un importante pilar como Seat en Martorell.
¿Qué responsabilidad ha tenido la prensa en todo esto?
En cuanto a ‘Autobild’ se refiere, la responsabilidad no ha ido más allá de informar puntualmente a nuestros lectores, porque no tenemos ninguna otra. Nosotros siempre hemos manifestado y así hemos hecho informes y artículos al respecto. Hemos denunciado las discrepancias que hay en cuanto a los datos de emisiones y de consumo. Pero no es nuestra responsabilidad el ir revisando motor a motor si puede haber algún tipo de problema.
¿Cómo valorarías la reacción que ha tenido la empresa?
Al tratarse de una crisis global, se toman medidas legales. En este caso se trata de una empresa alemana y lo han centrado todo en Volkswagen. Como periodista y consumidor se agradecería que la marca se manifestara, pero respeto que cada empresa es dueña de las decisiones que vaya a tomar. Pero más allá de esto no se les puede pedir nada. Ellos han habilitado un teléfono y una página web en la que el consumidor puede saber metiendo su número de bastidor, si su coche está afectado o no.
¿Echas de menos más información por parte de Volkswagen?
Evidentemente sí. Pero toda la estrategia y todas operaciones se están dirigiendo desde la sede de Volkswagen en Alemania. El problema es que las distintas filiales, y España sería una de ellas, están de manos atadas.
¿Han tardado demasiado en dar las primeras informaciones?
Esta crisis les ha explotado en las manos. Estamos hablando del que hasta hace unos meses era el constructor número uno a nivel mundial, no estamos hablando de una partida de yogures caducados, sino de millones de coches. El recabar toda la información al respecto no se puede hacer de la noche a la mañana. Se podría haber hecho más deprisa, pero hay muchos factores involucrados y eso requiere su tiempo.
