Los Grammys se han convertido en una pasarela donde las celebrities se juegan su reputación al elegir indumentaria. Miles de focos y objetivos se centran en ellas, para coronarlas como las reinas, o fracasos, de la moda. Pero, realmente ¿Qué papel juega la mujer en estos premios? ¿Se premia el talento o la elegancia?
Al igual que pasa con otros grandes premios dentro del mundo del arte (Los Bafta, los Oscar, etc.), en los Grammys también nos encontramos con una tendencia predominante de presencia masculina respecto a la femenina. Así se deja ver, por ejemplo, en las nominaciones y ganadores de las diferentes categorías, pero en especial en los tres apartados dedicados al rap, donde la única nominada fue Nicki Minaj. ¿Quién gano? Las mujeres, no. Sin embargo, y lejos de lo que fueron realmente estos premios, muchos medios abren hoy sus ediciones con portadas y titulares dedicados a las guapísimas asistentes de la noche: Lady Gaga, con un estilismo – y posterior actuación – dedicado a David Bowie, Selena Gómez con un vestido de Calvin Klein bastante sensual y, hay que dedicarle una mención aparte, la única mujer que triunfó verdaderamente en estos premios: Taylor Swift. Y es que, la cantante se hizo con tres de los siete gramófonos a los que aspiraba.
Y hablando de triunfos, sólo fueron tres mujeres las que consiguieron su merecido galardón: Meghan Trainor, la mentada Tailor Swift y Brittany Howard junto a sus compañeros de Alabama Shakes. Tres féminas en veintiuna categorías. Un dato que hace cuestionarse cuál es, realmente, el papel que desempeña en este tipo de eventos. ¿Acaso sólo interesan como reclamo? Ellas son las que copan las alfombras rojas, pero no los premios. ¿Son, simplemente, utilizadas para vender glamour y lujo?
En esta línea, la vencedora indiscutible se vio en la necesidad de dedicar su discurso: “a todas las mujeres jóvenes: habrá gente en el camino que tratará de despreciar vuestro éxito o llevarse el crédito por vuestros logros o vuestra fama. Pero si te centras en el trabajo y no dejas que esa gente te confunda, algún día llegarás a tu destino, mirarás a tu alrededor y sabrás que fuiste tú y la gente que te quiere los que te pusieron aquí arriba”. Estas palabras tan acertadas podrían aplicarse a cualquier ámbito en la vida de una mujer. Sin embargo iban dedicadas a Kanye West. El rapero, en su nuevo disco, hace referencia directamente a la cantante con una rima bastante misógina: “Creo que Taylor y yo todavía podemos tener sexo. ¿Por qué? Yo hice famosa a esa puta”.
Puede parecer un incidente sin más entre dos estrellas, pero por desgracia la actitud pasiva de la industria musical ante estos hechos lleva a replantearse si lo que de verdad se premia es el talento.
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