La redacción de ‘El Mundo’ se encuentra intranquila. Hace unos días ha sido despedida la jefa de la sección de Internacional Ana Alonso, una de las históricas del diario que además fue durante años corresponsal en Berlín. Esta salida que no ha sido bien recibida en la redacción se suma al despido a siete integrantes del departamento de publicidad también durante la semana pasada, comerciales que al igual que Alonso han sido indemnizados con el máximo legal. El clima está enrarecido porque se ha puesto en marcha el nuevo horario sin acordarlo antes con sindicatos.
La salida definitiva de Ana Alonso se confirmó a comienzos de la semana pasada después de que a comienzos de septiembre el nuevo director David Jiménez la relevó de su cargo de máxima responsable de Internacional. Alonso era jefa de sección después de veinte años en el rotativo y fue impulsada a negociar su indemnización a la que finalmente llegó a acuerdo antes del viernes. Respecto de las razones de su salida, las fuentes consultadas por prnoticias indican que Jiménez ha querido situar en ese puesto a alguien de su absoluta confianza.
En el caso de los siete despedidos del departamento de publicidad –cinco en Madrid, uno en Barcelona y uno en Valencia- la empresa ha argumentado que los despedidos no reúnen los perfiles necesarios para estos puestos. Otras fuentes indican que la compañía busca ahora perfiles más cercanos a la realidad digital de la empresa. No hay correlación entre la antigüedad de estos despedidos, por lo que se ha descartado que los afectados sean los salarios más altos.
Pero el descontento va más allá de estas salidas. Estas últimas tres semanas se ha comenzado a aplicar en ‘El Mundo‘ un nuevo horario con dos turnos. El primero desde las ocho de la mañana y hasta las tres de la tarde para reforzar la publicación de informaciones en internet. Históricamente los redactores del diario han comenzado la jornada laboral sobre las diez de la mañana, por lo que esta nueva jornada ha trastocado la vida de muchos que además conservan diferentes horarios dependiendo de la semana.
En el caso de los sindicatos la molestia llega porque la empresa se comprometió a consensuar primero con los representantes de los trabajadores –en este caso la comisión negociadora- cualquier cambio, algo que no se produjo en la reunión del pasado 16 de septiembre que precisamente se convocó para tratar estos temas. Desde los sindicatos se indica que no se pueden cambiar los horarios de una empresa sin consultar primero al Comité de Empresa como establece el Estatuto de los Trabajadores.
Con todo, la empresa ha reconocido que no ha actuado como debía y por tanto ahora comenzará a realizar encuentros individuales con cada una de las representaciones sindicales para conversar estos cambios e intercambiar impresiones. En las próximas semanas se producirán novedades, aunque continúa la inquietud porque sigue sin cerrarse el acuerdo por el nuevo Convenio Colectivo.
