El Confidencial, el diario digital nativo más leído según Comscore, prepara un duro ajuste de costes que desembocaría en un una reestructuración de su plantilla compuesta por unas 150 personas, muy costosa para sus actuales ingresos. El diario presidido por José Antonio Sánchez no atraviesa por una buena situación lo que les obliga a reducir costes y preparar el terreno para una eventual venta.
Desde hace algunos meses que El Confidencial está en venta. Sus socios liderados por José Antonio Sánchez, atraviesan por un grave problema de crecimiento ya que su actual nivel de recursos económicos le impiden seguir manteniendo su expansión y su actual estructura de costes. Los gastos del diario rondan los ocho millones de euros, con un peso muy importante de la masa salarial. Hace un tiempo el diario decidió dar un paso más hasta convertirse, quince años después de su nacimiento, en un generalista que ha intentado abarcar todas las áreas de la noticia: deportes, internacional, cultura, corazón y más recientemente televisión.
Estas nuevas aventuras acompañaron a los exitosos Teknautas, Vanitatis y Cotizalia, pero la facturación por publicidad no ha crecido de la misma manera. Del mismo modo, estas nuevas aventuras les han llevado a perder el foco de los temas económicos y políticos que les dieron fama en sus comienzos. Y es que a pesar de sus esfuerzos por levantar informaciones propias y abarcar todas las secciones, El Confidencial atraviesa una situación financiera complicada que podría resolverse, a corto plazo, con el adelgazamiento de su plantilla.
El Confidencial recibe diez millones de usuarios, pero sus ingresos publicitarios siguen a la baja
En estos momentos el diario dirigido por Nacho Cardero cuenta con una enmarañada estructura organizativa con unas sub-redacciones paralelas llenas de periodistas y colaboradores que han engordado los costes laborales y que ahora les están pasando factura. La redacción ha crecido de forma exponencial, pero no han hecho lo mismo ni la publicidad ni la capacidad de influencia de El Confidencial. En medio de una maraña de diarios digitales que nacen, se reproducen, se compran y mueren, esta cabecera histórica del periodismo on line español hace números y más números para ver cómo sobrevivir a la competencia feroz de medios y a los salarios, algunos elevadísimos, que tiene que afrontar cada mes.
Con sus diez millones de usuarios únicos como el mejor aval, el director general, Alberto Artero, está comenzando a escuchar ofertas por El Confidencial, después de varios meses en el mercado, de diferentes interlocutores para encontrarle al diario el mejor acomodo a medio plazo. En medio, firmas estrella como Ignacio Cembrero, Agustín Marco o Carlos Hernanz, parecen ser algunos de los periodistas señalados por la dirección para ser los primeros en abandonar la nave ante sus onerosas nóminas.
El equipo económico sabe que para poder vender El Confidencial con garantías y a un precio razonable, tiene que adelgazarlo y hacerlo con rapidez porque corre el riesgo de convertirse en un trasatlántico que nada tiene que ver con ligereza y agilidad que requiere la prensa digital. Hace un año era el propio Nacho Cardero el que daba pistas en un coloquio al que fue invitado. El director del diario digital indicó en ese momento que no había sitio ni anuncios, ni publicidad para todos los digitales que por esas fechas comenzaban a ver la luz. El periodista anunciaba un proceso de de “concentración” de medios impresos y online. Y no le falta razón en un mercado donde El Español, El Independiente u Okdiario comienzan a recortarle audiencia y lo que es más preocupante, tarta publicitaria.
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