Tras 20 años en Cinco Días, Bernardo de Miguel cambia de aires y ficha por El País, donde ocupará la corresponsalía del diario en Bruselas, tal y como lleva haciendo desde 1998. El periodista, que recibió el Premio Salvador de Madariaga en 2011, ha publicado una carta de despedida en la que agradece a los lectores su interés por su trabajo.
“Sirva este último post para expresar mi profundo agradecimiento a los lectores de estos 20 años (suponiendo que alguno haya tenido tanta paciencia) y mi gratitud por los comentarios y precisiones, a menudo fuente de información valiosa”, comienza el texto, en el que pide perdón a aquellos que se hayan ofendido por sus análisis. “La información siempre ha buscado la veracidad, aunque no siempre se lograse la exactitud. Y disculpas a quien se haya soliviantado por opiniones que han intentado ser ponderadas y justificadas”, prosigue.
De Miguel continúa repasando los hechos que le ha tocado cubrir durante estas dos décadas como corresponsal en la sede central de la Unión Europea. “La etapa que termina ha pasado por la ilusión del estreno del euro, el vértigo de la ampliación hacia Europa central y del Este, la frustrada Constitución europea y, sobre todo, por una interminable crisis social y económica que ha dejado el continente cubierto de llagas y de curanderos con peligrosas recetas de alivio”, comenta.
La misiva lanzando un mensaje de positividad ante los problemas que acechan a la UE. “Hay motivos para la inquietud pero más vale aferrarse al optimismo. Europa sabe más por experiencia que por vieja. Y arrastra siglos de tropiezos pero también un caudal incalculable de cultura, conocimiento y riqueza que la han convertido en uno de los espacios del mundo con mayores tasas de igualdad, solidaridad e inclusión”, asegura, para después acordarse de todos sus excompañeros, a quienes asegura deber “toneladas de afecto, paciencia y ayuda”.
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