La dirección de la Agencia EFE hace frente a los números rojos. El pasado año, las pérdidas rozaron los ocho millones de euros y las previsiones indican que ni este año, ni el próximo 2020, la agencia que dirige Fernando Garea logre obtener beneficios y por este motivo, se está estudiando la ejecución de un plan de prejubilaciones voluntarias que podría afectar a 200 trabajadores.
Tal y como contabiliza la FeSP, en la actualidad, la media de edad de la plantilla de la Agencia EFE asciende a 53 años. El objetivo es que en los próximos cuatro años, dos centenares de trabajadores acepten las condiciones planteadas por la empresa para jubilarse de manera anticipada, logrando así reducir costes y rejuvenecer a la plantilla.
Los trabajadores han mostrado sus dudas ya que en años anteriores, concretamente en el año 2010, EFE ya realizó estos mismos recortes con casi un centenar de la plantilla. Unos recortes que han perjudicado a los trabajadores, ya que muchas de las plazas que dejaron vacantes los que optaron por aceptar la jubilación anticipada no han sido cubiertas casi una década después. La plantilla advierte que si la situación se repite y las bajas no se reponen, se generará una situación delicada y perjudicial para los trabajadores de la Agencia EFE.
Desde la dirección del medio de comunicación ya se han iniciado las primeras conversaciones con la plantilla, que deberá negociar las condiciones de este plan de recortes a través de una representación sindical. No obstante, las verdaderas negociaciones no podrán iniciarse hasta que la Sociedad Estatal de Particiones Industriales (SEPI), único accionista de la empresa dé luz verde a esta negociación, algo que no puede hacerse con un Gobierno en funciones, por lo que el proceso se mantendrá congelado hasta que se constituya el nuevo Gobierno.
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